El odio y el revanchismo están vivos en Congreso de Colombia

La ceremonia de toma de posesión del presidente Iván Duque dejó en claro que en Colombia hay un sector político de derecha que destila odios y venganza, que contrastó con el llamado a la unidad nacional del nuevo mandatario en búsqueda de la reconciliación nacional.

Estos odios y rencores se expresaron en el discurso del presidente del Congreso, Ernesto Macías, quien durante 30 minutos hizo una diatriba contra el gobierno saliente en el que no reconoció nada de la gestión de Juan Manuel Santos, ni en lo económico, social y mucho menos el acuerdo de paz con la desmovilizadas guerrillas de las FARC.

Macías dijo que el presidente Duque recibe un país "en lo social, en lo económico y en lo institucional (...) atemorizado porque regresaron los crímenes a uniformados de la fuerza pública, reaparecieron los secuestros, y creció la extorsión”.

Cuestionó el acuerdo de paz con las exguerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y su implementación, criticó con énfasis las altas Cortes de Justicia, que para muchos fue una falta de respeto con los magistrados que se encontraban como invitados en la Plaza de Bolívar.

Las frases de Macías no fue un hecho aislado porque su intervención fue un resumen comprimido de un aviso que publicó su partido -Centro Democrático- en los principales diarios del país, en el que marcaron la línea política e ideológica que tendrá esta bancada oficialista liderada por el expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez.

El discurso del presidente del Congreso sorprendió hasta al nuevo jefe de Estado, quien se mantuvo serio durante los 30 minutos que duró la intervención del legislador, los delegados de la comunidad internacional se miraban entre sí, varios de los congresistas de izquierda e independientes se retiraron de la Plaza de Bolívar como señal de protesta contra Macías.

El senador Roy Barrera escribió en su cuenta de Twitter: “Volvemos a oír que no existió el conflicto sino la 'amenaza terrorista'. ¿Puede un presidente del Senado descalificar y ofender a la cúpula militar en pleno y en público?”.

“Me retiro del acto de posesión del presidente @IvanDuque. Como senadora de la paz no puedo estar en un espacio donde se manipula el discurso, se le miente al país y se amenaza la construcción de paz”, reaccionó la excomandante de la FARC, Victoria Sandino, quien tiene una curul en el Congreso gracias al Acuerdo final de Paz.

Aida Avella, congresista de izquierda, señaló: “lo de Macías fue una declaración de guerra ¡Qué vergüenza con el mundo!”, mientras el senador Liberal Carlos Fernando Galán anotó: “dicen que quieren reconciliar al país y ¿salen con esto? Espero que el tono de Duque sea muy distinto”.

La legisladora del partido Alianza Verde, Juanita Goebertus, señaló a su ves que Macías fue “sectario y mentiroso" y "hasta ahí les llegó el llamado a unirnos a todos en un solo país. Macías me da vergüenza”.

Los magistrados de las Cortes, al finalizar la ceremonia de toma de posesión de Duque, desfilaron uno a uno por la Plaza de Bolívar y algunos comentaron que hubieran preferido ver la ceremonia desde los balcones del Palacio de Justicia.

Pero los que sí aplaudieron las palabras de Macías fueron los seguidores del expresidente Uribe Vélez, su bancada del Centro Democrático, que luego de la ceremonia celebraron el discurso en un salón del Congreso de la República, un hecho registrado por una cámara de un noticiero de la televisión local.

Para el editorial del influyente diario El Tiempo, las palabras conciliadoras y de optimismo del nuevo jefe de Estado contrastaron con “la desafortunada intervención previa del presidente del Congreso, el senador del Centro Democrático Ernesto Macías”.

El discurso de Macías, señaló el diario, fue “agresivo y revanchista, estuvo en las antípodas del espíritu de renovación incluyente y sin rencores que marcó las palabras del nuevo jefe del Ejecutivo”, quien hizo énfasis en los “rasgos que nos unen como nación”.

Duque resaltó aspectos como la “resiliencia –capacidad de salir fortalecidos tras episodios incluso traumáticos– para reforzar su idea de que es mejor concentrarse en lo que nos une como nación que en todo aquello que en el pasado ha sido factor de división”, concluyó el editorial.

En lo que coincidieron varios analistas políticos fue que el discurso de Macías dejó en claro que en el partido oficialista Centro Democrático hay dos sectores: un ala radical que mira el retrovisor con odio y venganza, y otra más moderada que ve el futuro sin odios y venganzas como lo planteó el nuevo jefe de Estado. Bogotá (NOTIMEX)

 

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