Editorial: Cuando el mundo es un abanico

Mientras algunos insisten en que el mundo es un pañuelo, sobre todo cuando se encuentran con alguien de quien lo separan millas, e incluso el océano... otros sostienen que el mundo es un abanico, y es que hay para todos y todas, sin importar el cristal con que se miren los acontecimientos.

Las noticias de la última semana hablan de tensión, de violencia en las calles, en el interior de algunas instalaciones, de enfrentamientos, y esa sin dudas es una cara fea, que deja a las claras el escaso o ningún poder de raciocinio de algunas personas empeñadas en hacer valer la ley de la selva en pleno siglo XXI.


Las calles de Massachusetts, en Boston, hace pocos días eran un hervidero, con enfrentamientos entre afros y policías; luego un ataque con explosivos el fin de semana pasado en Nueva York y Nueva Jersey, con armas de destrucción masiva, según los fiscales que acusan a Ahmad Khan Rahami. Los acontecimientos, con visos de terrorismo, llevaron al presidente Barack Obama a dejar sentado que: ‘No nos rendimos ni nos rendiremos al miedo’.

Para no ir más lejos, el pasado lunes 19 los residentes en el valle de Las Vegas se mostraron sorprendidos al conocer de un tiroteo dentro de la Terminal 1 del aeropuerto internacional McCarran. ¿Saldo? Dos personas heridas. Trascendió que el suceso estaba relacionado con un caso de violencia doméstica.

Lamentablemente la lista es larga. ¿A quién culpar? En algunas personas se enseñorea el odio, ante una situación determinada todo lo ven negro, no ven otra solución que apelar a la violencia, sin medir por un instante las consecuencias.

¿Es el rencor, las adicciones, las infidelidades, el robo, el ajuste de cuentas, el extremismo... el estrés? Muchas cosas pueden desembocar en acciones que llevan el luto a familias, traen consigo traumas, sentencias y años de presidio, tiempo para la reflexión, el arrepentimiento. 

No importa el color de la piel, la nacionalidad, las diferentes culturas, el exceso de “hombría”, las reacciones fuera de control... la violencia no reporta nada bueno, y en muchos casos sólo genera más violencia. 

El libro que ha resistido el paso de los siglos, la Biblia, subraya: “No envidies al hombre injusto, ni escojas ninguno de sus caminos” (Proverbios 3:31). Dicho de manera más clara, la Biblia aclara que la oración y la paciencia superan la violencia y la ira en cualquier día.

Cómo apelar a hechos que de ninguna forma reportan algo bueno, constructivo, que llene de orgullo; los hechos violentos sólo reportan heridos, muertos, detenidos, prisioneros, dolor, es lamentable que muchos hombres no aprendan la lección. Y apuesten por llevar una carga de dolor a madres, hijos, esposas, hermanos, amigos. 

 

Oh, lo del mundo y el abanico... mientras se viven días de tensión por la violencia, otras personas participan en eventos que instan al agradecimiento, como la ceremonia de naturalización del pasado jueves 22 en el Cashman Center, donde 800 personas y sus familiares vivieron una jornada llena de emoción y alegría, de sano orgullo. No lo dude, hay para escoger. Es mejor estar en el bando de quienes aman y construyen.

 

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