Mario Cota, ingeniero agrónomo, agricultor del Valle de Mexicali, pionero en exportación de hortalizas a Estados Unidos, nos comparte un poema de cuando cursó la escuela primaria en el año 1941 y que muestra el como había sentido de orientación en la educación pública de México hacia la industria, el empleo, y el ser obrero entonces era la prioridad.
Mamá, mamá, quiero ser obrero... quiero ser obrero como mi papá
Quiero que me compres mi unión de mezclilla... con broches de acero para que me dure una eternidad.
Me dice Mario que lo repetían tanto que aún hoy en el 2018 lo recuerda como si fuera ayer.
Este sencillo pero hermoso poema nos comparte varios mensajes: era un México post revolución, era necesario crear niños y jóvenes listos para el trabajo, entonces a ciudades como Mexicali -en frontera con Estados Unidos- llegaban como aún sucede, miles de personas del sur de México, y había (y hay) que generar mentes con determinación orientada al trabajo.
México cuenta con una impresionante infraestructura educativa, universidades, centros de capacitación técnica, y hoy ya estamos en otro nivel, uno más allá del sistema overall o unión, hoy el reto es el cómo llevar educación a toda la población, porque hay un México con pasos de éxito, de innovación, de capacidad comprobada, pero también un México, más o menos, la mitad de su población, rezagada, y este es el reto principal a que todos deseamos resolver.
De ese poema de 1941 a nuestra realidad en el 2018 existe un México que ha progresado y que bien, sin embargo todavía no hemos logrado generar una sociedad de progreso general.
Aquí en Nevada, en el Distrito Escolar, está nuestra presencia mexicana, pero una gran diferencia, tenemos más y mejor oportunidad de educación, debemos aprovecharla para el futuro de nuestras familias.
Ánimo
xavier@rivas.com
