Parece que el flujo de migración de Latinoamérica a Estados Unidos no tiene solución, históricamente ha sido una forma de válvula de escape demográfica y económica para México y Naciones del Sur del continente.
La razón, es sencillamente la inhabilidad de países latinoamericanos de generar condiciones económicas que permitan a sus familias el progreso, incluyendo la educación, salud y más condiciones de una vida digan, y de oportunidad para un gran número de familias, las solución para éstas, emigrar al Norte, a la tierra del sueño americano.
Cuando vemos tanta crítica a esta nación de las barras y las estrellas, porque no abre más sus fronteras, porque tiene que tener fronteras seguras, medios de comunicación crean una percepción de que el malo de la película es EUA, no dicen la otra mitad de esta dramática condiciones para millones de familias, y es, que las naciones de donde vienen, sencillamente no generan trabajos dignos y bien pagados en lo general y esta es la razón principal de que mucho tenemos que buscar un mejor futuro en otras naciones, principalmente en Estados Unidos.
Aun así no vemos que las marchas o demostraciones para un arreglo migratorio sean dirigidas al país de donde venimos, ni el Papa Francisco dijo nada sobre las naciones que fallan al no proveer de empleo o condiciones económicas sociales, simplemente exigió se abran aun más las fronteras de naciones receptoras de migrantes y no exige menos corrupción y mejor sistemas de gobierno a países de donde vienen los migrantes.
Aquí en Nevada hay grupos sociales, religiosos y gestores comunitarios hispanos que se pasan criticando a esta nación, le sugiero solo también incluir en sus gestiones, exigir mejores sistemas a los gobiernos del Sur de la Frontera.
Allá hace falta mejorar las condiciones, sin duda países como México, tienen buenos esfuerzos por mejorar, sin embargo aun así, falta mucho.
Hace unos días, el presidente de México, dijo algo muy cierto a alcaldes de México, no se vale “nadar de muertito” eso se aplica a todo funcionario, incluyendo a nuestros cónsules de México, deben ponerse las pilas para coadyuvar en un México próspero que baje el índice de familias que tienen que emigrar. ¿O no?
¡Ánimo!
Xavier@ rivas.com.
