Casos de abuso policial contra hispanos se perfilan como patrón

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Por José LÓPEZ ZAMORANO

La decisión de un gran jurado de eximir de cargos criminales a un policía de Texas que mató a un inmigrante mexicano inerme sigue un patrón de desenlaces similares, pese a la demanda de un nuevo enfoque nacional sobre seguridad pública.

El policía Robert William Clark no enfrentará acusaciones por la muerte de Rubén García Villalpando, porque el gran jurado determinó que las pruebas y la evidencia contra el oficial eran insuficientes para llevarlo a un proceso judicial.

El consulado de México en Dallas dijo que el tiroteo era un “uso desproporcionado de la fuerza letal que resulta en la pérdida innecesaria de la vida y erosiona la confianza que debe existir entre las autoridades y las comunidades en las que operan”.

En febrero pasado, tres policías de la ciudad de Pasco, en el estado de Washington, dispararon y causaron la muerte del jornalero mexicano Antonio Zambrano Montes, quien lanzaba piedras a vehículos en marcha.

Se trató del cuarto incidente en menos de un año registrado en Pasco en que policías estuvieron implicados en incidentes que resultaron en muertes. En los tres casos previos los oficiales fueron exonerados, mientras continúa la investigación en la muerte de Zambrano Montes.

Aunque la Unión Nacional de Libertades Civiles (ACLU) pidió la intervención del gobierno federal en el asesinato de Zambrano Montes, captado en un video difundido en las redes sociales, hasta el momento no se ha anunciado una decisión del Departamento de Justicia.

En diciembre, un gran jurado en Staten Island, Nueva York, decidió no presentar cargos contra un oficial de policía blanco que sometiera por el cuello al afroestadunidense desarmado Eric Garner, quien murió por sofocación.

El oficial Daniel Pantaleo, quien sometió al afroestadunidense de más de 159 kilos de peso por el cuello, utilizó una práctica prohibida por el Departamento policial de Nueva York, no fue encausado pese a que el forense neoyorquino consideró un homicidio la muerte de Garner.

El afroestadunidense, de 43 años, que padecía de asma, una condición cardíaca y obesidad, aparece en un video durante el altercado indicando a la policía al menos nueve veces que no podía respirar.

La decisión del gran jurado ocurrió nueve días después que el policía de Ferguson, Missouri, Darren Wilson, no fue acusado judicialmente tras disparar y matar al estadunidense Michel Brown, de 18 años, ocasionando actos de desobediencia civil, vandalismo y manifestaciones.

Aunque en el caso de Brown sí intervino el gobierno federal, el Departamento de Justicia decidió en marzo pasado no presentar cargos federales contra Wilson.

Testigos declararon inicialmente que Brown fue muerto cuando tenía las manos alzadas y no representaba una amenaza para el policía, el reporte del Departamento de Justicia sostuvo que tales versiones no eran confiables.

El entonces procurador general de Justicia, Eric Holder, acusó a la policía de Ferguson de violar la Constitución de Estados Unidos y actuar como una “agencia de recolección” de multas, especialmente contra las minorías.

Holder también criticó a la policía por no actuar como una institución de seguridad pública.

El primero de mayo seis policías de Baltimore involucrados en la muerte del afroamericano Freddy Gray fueron acusados criminalmente. Las acusaciones, que incluyeron de manera sin precedente un cargo de homicidio en primer grado, fueron presentadas por la fiscal estatal en Baltimore, Marylin Mosby.

Los oficiales fueron identificados como Ceasar Godson, el chofer de la patrulla, y los agentes William Porter, Brian Rice -quien detuvo a Gray-, Edward Nero, Garret Miller y Alicia White.

Por lo pronto el libertario Instituto Cato inició su Proyecto nacional de Reportes de Mala Conducta Policial (http://www.policemisconduct.net/), donde el público puede reportar casos de abuso por parte de la policía.

Su más reciente reporte, documenta 14 incidentes de mala conducta policial, incluido el caso de un hombre que murió después de que la policía le aplicó una descarga eléctrica y lo golpeó con una lámpara de mano en Sarasota, Florida. Washington (NOTIMEX)

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