Arrestan 6 en Capitolio por protesta inmigratoria

Por Luis Alonso LUGO y E.J. TAMARA

Varias protestas celebradas el lunes 7 en distintos puntos de la capital estadounidense en favor de una reforma de las leyes de inmigración y la suspensión de la deportaciones terminó con el arresto de por lo menos cuatro “dreamers” y dos activistas en oficinas de dos legisladores hispanos.

El portavoz de la Policía del Capitolio, Shennell Antrobus, dijo a The Associated Press que tres personas fueron arrestadas por ingresar sin autorización a la oficina de Loretta Sánchez y otras tantas fueron detenidas por alteración del orden público en el despacho de Xavier Becerra. Ambos legisladores son demócratas por California.

Los arrestados en la oficina de Becerra son dreamers, al igual que uno de los detenidos en la sede de Sánchez, dijo a la AP Antonio Elizondo, activista de la organización Dream Team Los Ángeles. Los dreamers son los jóvenes que llegaron traídos por sus padres a Estados Unidos y que no tienen autorización para vivir en el país y el término se deriva del proyecto de ley Dream Act.

Los activistas se habían apostado en las oficinas para pedir a los legisladores una actitud más firme para poner fin a las 1.100 deportaciones diarias que realiza como promedio el gobierno federal.

“Usted ha defraudado a sus electores al no pronunciarse contra las catastróficas políticas de deportaciones y detenciones del gobierno del presidente Barack Obama, que han separado a muchas familias en Los Ángeles y el país”, dijeron los activistas en una carta que enviaron a Becerra antes de realizar la protesta el lunes 7.

Sánchez señaló en un comunicado enviado a AP que ella mantiene su presión sobre el gobierno federal “para que apruebe las decisiones más compasivas en cuanto a política migratoria” pero no explicó por qué su equipo pidió la intervención de la Policía del Capitolio.

Por su parte, Becerra dijo que respeta “el valor de estos activistas. Y lo que menos deseo es disuadirlos de luchar de manera cívica por una solución justa y sensata a nuestro sistema migratorio disfuncional”.

Por otra parte, un centenar de mujeres inició el lunes 7 un ayuno de 48 horas para pedir al Congreso una reforma de las leyes de inmigración y al presidente Barack Obama que emita una orden ejecutiva para suspender las deportaciones, mientras que un tercer grupo de activistas permanecía por tercer día consecutivo en las inmediaciones de la Casa Blanca con el mismo objetivo.

La jornada de manifestaciones ocurrió dos días después que manifestantes marcharon el sábado 5 en numerosas ciudades del país para protestar por los dos millones de personas que han sido deportadas desde que Obama llegó al poder en 2009.

Marisa Franco, coordinadora de campañas de la Red Nacional de Jornaleros, anunció que al menos tres familiares de deportados iniciarán el martes 8 un ayuno indefinido en las inmediaciones de la Casa Blanca como parte de la campaña nacional #not1more, que tiene por fin detener la deportación de inmigrantes que han cometido delitos menores.

La mexicana María Galván viajó desde Los Ángeles para ayunar y presionar a favor de una reforma a las leyes de inmigración porque ella y su esposo tienen miedo a ser deportados, pese a que sus dos hijas de 24 y 23 años se han beneficiado de la suspensión de deportaciones ordenada en 2012 por la Casa Blanca a favor de algunos inmigrantes menores de 30 años que fueron traídos a Estados Unidos sin autorización cuando eran niños.

“Las mujeres demostraremos nuestro coraje con el sacrificio del ayuno. Queremos que el Congreso también demuestre valor aprobando una reforma migratoria”, dijo a AP la estilista de 44 años.

Obama ha reiterado su renuencia a suspender las deportaciones alegando que la única solución permanente es una reforma legislativa.

El Congreso mantiene en el limbo la reforma porque la mayoría republicana en la Cámara de Representantes se ha negado a debatir el proyecto aprobado en junio por el Senado, de mayoría demócrata. WASHINGTON (AP)

 

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