Los fines de semana, esporádicos grupos de migrantes centroamericanos arriban a México por nuevas rutas en el río Suchiate donde, hasta el momento, no hay presencia ni de la Guardia Nacional ni del Instituto Nacional de Migración (INM).
A 50 minutos del Puente Fronterizo “Rodolfo Robles”, donde las autoridades mexicanas instalaron un punto de control en el cruce de personas y mercancías por el afluente, se localiza el paso “Los Limones”, una de las zonas donde la migración ilegal continúa.
En este sentido, el balsero guatemalteco Luis, de 24 años de edad, destacó que son los fines de semana cuando los centroamericanos cruzan la frontera por este pasaje ubicado en el municipio mexicano La Libertad y su homólogo guatemalteco, Ocós.
“Como ya no pueden pasar por debajo del puente fronterizo, vienen aquí, sobre todo los sábados y domingos, y llegan en grupos de 15 personas”, aseveró.
La pareja hondureña conformada por Anael Rodríguez y Dunia Pineda, ingresó a México por esta vía luego de pagar a un balsero 200 quetzales (495 pesos mexicanos) cada uno.
“Esa es la única forma de pasar y, una vez aquí, fuimos a la Comar (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados) para sacar una cita para regular nuestra estancia en México”, dijo Anael.
En esta zona del río, las actividades continúan y los guatemaltecos cruzan a México para trabajar en los plantíos de bananas que se localizan a lo largo del municipio. Por su parte, los connacionales viajan a Guatemala en las balsas de fibra de vidrio con el fin de visitar a familiares.
Desde julio de este año, en los pasos migratorios y comerciales cercanos al puente fronterizo, hay presencia de elementos de la Guardia Nacional y de las autoridades migratorias mexicanas, quienes solicitan a todas las personas que cruzan rumbo a México su identificación expedida por el gobierno guatemalteco; de no poseerla y acreditarse su intento de ingreso ilegal, son aseguradas. La Libertad (NOTIMEX)
