Por Roberto PELÁEZ
Queda una gran batalla por delante, tenemos Acción Ejecutiva, que debemos luchar para convertir en ley y luego proseguir en pos de la reforma migratoria, dejó sentado el presidente Barack Obama, ante un público emocionado y entusiasta que en reiteradas ocasiones lo interrumpió con sus aplausos.
El mandatario, más que un discurso dialogó con la comunidad, explicó y defendió el pasado viernes 21 en Del Sol High School sus acciones ejecutivas en materia migratoria, que benefician a alrededor de 5 millones de personas, en lo que clasifica como la principal acción de beneficio de este tipo desde 1986.
Fueron años de marcha, de exigencias, de reclamos, manifestó a El Mundo Leo Murieta, de Mi Familia Vota a instancia nacional; conseguimos algo, sin embargo como bien apuntó el presidente queda un largo camino por delante, en que la comunidad latina debe redoblar sus esfuerzos, luchar por quienes aún no reciben este beneficio y no pueden salir de las sombras, resaltó.
La Acción ejecutiva detiene las deportaciones de unas cinco millones de personas, pero es preciso unirnos, no conformarnos ni cruzarnos de abrazos, instó el presidente; hay que llamar a los congresistas, exigirles, y votar.
El mandatario no perdió la oportunidad para resaltar el trabajo de Harry Reid, Steven Horsford, Dina Titus, Luis Gutiérrez, firmes abanderados en la defensa de la reforma migratoria.
Sé de las amenazas de los republicanos, quienes argumentan y esgrimen sus criterios, pero no hicieron nada, en lo que a mi respecta no quitaré el dedo del renglón, necesitamos una reforma migratoria, afirmó categórico el mandatario, quien a pocos metros de los líderes del Congreso que trabajan por la mencionada reforma, insistió en que los republicanos lo han obstaculizado todo, de haber entendido y aceptado, esta medida de Acción ejecutiva no hubiera sido necesaria, afirmó convincente.
Acción ejecutiva al fin, dijo, todavía necesitamos una ley, queda una batalla por delante, significó en medio de aplausos y gritos de gracias presidente. A lo que respondió: De nada.
Para no perder lo que hemos conseguido, urge unirnos, llamar a los congresistas, votar, manifestó pensando quizás en las elecciones del venidero 2016.
La Acción ejecutiva dada a conocer el jueves 20 resulta el mayor beneficio a favor de millones de indocumentados desde la amnistía del presidente Ronald Reagan en 1986, y detiene las deportaciones, además de permitir que cerca de cinco millones de personas salgan de las sombras.
El presidente Obama se mostró enfático y brindó detalles de su acción administrativa, que no es la reforma migratoria, pero sin dudas es algo muy útil e incluso contempla otorgar permisos de trabajo.
María Ortiz, residente en Los Ángeles, California, apuntó a El Mundo: hace 23 años no veo a mis padres, califico dentro de la Acción del presidente, ahora podré verlos, regresar a Puebla, la ciudad donde nací; es algo con lo que soñé muchas veces.
Hace poco llamé a ayudar, a apoyar al presidente, subrayó la incansable luchadora Dolores Huerta, en plática con este semanario, tras la acción ejecutiva opino que debemos cerrar filas con él, ayudarlo aún más.
Conseguimos algo, abundó, pero debemos pensar que casi seis millones de personas aún no tienen este beneficio, cómo van a aprender sus hijos si viven con el temor de que pueden deportar a sus padres, no verlos al regresar de la escuela.
Hay que seguir esta batalla por los que faltan, instó Huerta, son millones que deben preguntarse: ¿Y nosotros qué?
