Aprueban suspender el Estatus de Protección Temporal

Por Roberto PELÁEZ

“Muchos años después de haberse expedido el permiso, las condiciones en esos países no presentan el riesgo original”, es el argumento que esgrime el gobierno de los Estados Unidos para poner fin al Estatus de Protección Temporal, conocido por TPS.

El pasado lunes 11 la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito respaldó la decisión del gobierno de suspender el TPS, el mismo permiso que ha permitido a miles de personas residir y trabajar en este país sin temor a ser deportadas.

“Me preparaba para ir a trabajar cuando escuché la noticia, comentó Saúl González, por el momento se me borró la alegría del rostro... no es fácil, aquí está todo lo nuestro, empezando por los hijos, lo que hemos conseguido con esfuerzo, soy un beneficiario desde el 2001, no tenemos otra opción que apelar”, remarca.

“Hace tan sólo dos años, abundó el nicaragüense, un juez de la Corte de San Francisco bloqueó la suspensión del TPS para los beneficiarios de Nicaragua, El Salvador, Haití y Sudán, entonces fue como un respiro después de tantos años de trabajo, de declaraciones de impuestos, de contribuir a este hermoso país, aquí hemos hecho nuestras vidas, hemos visto nacer y crecer a los hijos, estudiar, algunos hasta ir a la universidad, y ahorita esto, es muy triste”, dijo con el rostro serio y los ojos llorosos.

Ramona Ortiz, oriunda de San Miguel, en El Salvador, vive en Estados Unidos desde 1997, y en el 2004 llegó a Las Vegas, “por años he estado a la sombra del TPS, estoy muy agradecida, he podido trabajar, sacar adelante a mi familia, ayudar a los míos que quedaron allá, pero no sé qué hacer si suspenden el TPS, era de las que soñaba que un día podía hasta ser ciudadana, o residente”, apuntó.

“Vine muy joven, recordó Ortiz, recuerdo que la situación económica en El Salvador era muy mala, unido a ella la violencia, y después un terremoto, todo eso se tuvo en cuenta cuando nos concedieron el TPS, y muchos salvadoreños correspondimos a este  país con nuestro trabajo, somos emprendedores”, significó.

Ortiz, su hermana Francisca y el resto de la familia opinan que con la suspensión del TPS -para los salvadoreños concluye el próximo año- no hay muchas opciones “no consideramos regresar a El Salvador, por lo que platicamos aun allá hay mucha violencia, pandillas que extorsionan, te quitan el salario, amenazan a las familias, a las hijas...

“Preferimos, apuntó la entrevistada, esperar la apelación, tenemos poco más de un mes para ir hasta la Corte Suprema, no se me hace justa la suspensión, quiero que mi esposo se sume al ‘Bus de la libertad’, cuente nuestro caso y escuchar a otras familias”.

 

Según los datos más recientes, unos 263 mil salvadoreños se verían afectados por la suspensión; 86 mil hondureños; 58 mil haitianos, unos 5 mil 300 nicaragüenses y alrededor de mil sudaneses.

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