Por Roberto PELÁEZ
Comenzaron a hacerse sentir las altas temperaturas y de inmediato inició la temporada de prevención de ahogamientos, afirmó a El Mundo Jaime Estrada, quien funge como vocero voluntario de Southern Nevada Chile Drowning Prevention Coalition (SNCDPC, por sus siglas en inglés) para los medios hispanos.
El objetivo primordial de la temporada de prevención de ahogamientos es disminuir al máximo el número de accidentes, llamar a la conciencia encargadas de cuidar a los menores cuando estén cerca de albercas, ríos y cualquier cantidad de agua que pueda poner en riesgo sus vidas, aseveró Estrada.
Es preciso comprender que todos podemos hacer algo para salvar la vida de un niño, abundó; no podemos olvidar que en una cantidad de agua que nos pudiera parecer mínima, un menor puede perder la vida. ¡Hay que estar pendientes de los niños! Si salen a pasear, una excusión, salida a un lago, río, a refrescar en la alberca, los adultos deben platicar entre ellos, recordarse una y otra vez quién quedará al cuidado de los pequeños.
Conviene recordar que tras un accidente de ahogamiento el niño consigue salvar su vida, pero el incidente puede dejar secuelas, traumas; o sea, no se trata solo de evitar víctimas mortales, prevenir siempre será mejor que lamentar, argumentó el vocero voluntario.
El conocido programa ABCD, aparte de su carácter instructivo, es un llamado a la conciencia, no podemos cansarnos de repetir en qué consiste cada una de esas letras, acotó el entrevistado. La A se refiere a los Adultos, los cuales deben en todo momento, sin descuidar un segundo, supervisar a los menores; el B corresponde a las Barreras que es necesario instalar alrededor de las albercas; la C significa tomar Clases de natación y de CPR (Resucitación Cardio Pulmonar) y la D se refiere a Dispositivos como salvavidas, flotadores, etc.
Con estos elementos siempre presente es muy difícil que tengamos que lamentar tragedias que muy bien se podían haber evitado, sin embargo, enfatizó Estrada, todo descansa en el cuidado, la vigilancia sobre los pequeños.
Podemos compartir en familia, dijo, disfrutar de una buena pelea de boxeo en la televisión, pero es indispensable que un adulto esté cerca de la alberca, atento a todo lo que sucede con los niños; una vez más reiteramos, todo cuidado es poco.
Por otro lado, expresó, dada su extraordinaria importancia, es menester seguir insistiendo en lo beneficioso que resulta incorporar las clases de natación como parte de las clases de educación física; un pequeñín desde los cuatro años y hasta los 10 puede captar muy bien, aprender, y quizás ese aprendizaje aparte de contribuir a impedir un accidente, puede resultar una lección para toda la vida.
A medidas que pasan los días nos acercamos a la etapa vacacional en las escuelas, muchos padres en esos meses se mantienen trabajando, y es preciso adoptar medidas, extremarlas, alrededor de las albercas, indicó Estrada. Las barreras, la cercanía de un teléfono, pero sobre todo la presencia de un adulto.
Para más detalles sobre las prevenciones de ahogamiento se puede contactar al tel. (702) 483-8215.
