Por Roberto PELÁEZ
Un libro es un regalo que puedes abrir una y otra vez
El Principito (válido para todas las edades), Pinocho, Alicia en el país de las maravillas, clasifican entre los libros ‘infantiles’ más leídos en el mundo.
El pasado 2 se celebró el ‘Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil’, en justo homenaje al escritor Hans Christian Andersen, de quien sobresalen El soldadito de plomo, El patito feo, La sirenita, entre otras joyas impecederas, que no pasan ni pasarán de moda.
Xinia Estrada, Janina Pérez, Rosa Íñigo, Sandra Azofeifa, clasifican entre las poetisas hispanas de más relieve en el valle, de ellas se ha escrito y platicado bastante.
Sin embargo, y vale hacer la observación, también hay en Las Vegas personas con una obra relacionada con la literatura dirigida a los más pequeños. Ojo... escribir para los niños es dificilísimo. Y eso hace más hermoso, relevante, el desempeño y las obras de estos autores.
Sirvan estas líneas para reconocer a Mónica Prado, a la propia Janina Pérez y a Jorge Betancourt, todos ellos participantes en el Primer Encuentro de Escritores Hispanos materializado el pasado 10 de diciembre en la ciudad de North Las Vegas.
Quentales.com, de la mano de la ecuatoriana Prado, asentada hace años en Las Vegas, es un hermoso sueño hecho realidad, historias (en español e inglés) interactivas, que permiten a niños y adultos aprender de una manera atractiva.
Con un orgullo que no le cabe en el pecho, Mónica Prado platica de Quentales.com, de lo que significa para ella (también para los destinatarios), y en ocasión del ‘Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil’ menciona a varios escritores que han visto publicada su obra en lo que ya es algo más que un hermoso proyecto: Sayra Torres, Dulce Guzmán, Betancourt, entre muchos otros.
Los padres y los niños deben acercarse a Quentales.com, allí les esperan textos aleccionadores, con la certeza de que ninguno de ellos pasara inadvertido, por el contrario. Recuerden que cuando aprendan a leer serán libres para siempre.
Los libros son el avión,
el tren y el camino
Resulta obvio apuntar que las historias escritas para niños son atractivas, cautivadoras, sin reparar si el protagonista es una pelota o una mascota, siempre nos van a atrapar, y muchas veces vivirán dentro de nosotros mientras tengamos memoria.
De niño leí Tom Sawyer, Huck Finn, y luego Corazón, El guardián en el trigal, como Pinocho, El patito feo, El soldadito de plomo... sencillamente no pueden apartarse de mí, ya sé que me acompañarán de por vida.
Una de las cualidades de la literatura es que los narradores, los poetas emplean palabras, las empalman de manera tal que los lectores pueden visualizar lo que están leyendo, salen a relucir los colores, los paisajes, las personas, los diferentes escenarios que casi se pueden tocar con las manos. Parece fácil, ¿verdad? Pregúntenle a un escritor. Alguien dijo que lo más hermoso de la literatura es ver la propia verdad en palabras de otra persona.
‘El disfraz’ (para jóvenes adultos), ‘15 tontos para Melissa’, ‘Seisdedos’, dicen -y mucho- del quehacer literario de la guantanamera Janina Pérez, quien después de vivir en República Dominicana y Colombia echó ‘el ancla’ en Las Vegas, para beneplácito de quienes admiramos su obra. Felicidades.
Con estas líneas van el respeto, la admiración, el agradecimiento (ojalá la comunidad también lo haga suyo) por quienes en el valle se dedican a escribir para los más pequeños de casa, esos que de una manera u otra, con diferentes estilos, nos amplían el universo desde edades tempranas.
Qué orgullo saber que en la ciudad de Las Vegas, entre muchas otras cosas colosales, hermosas, sobresalen quienes hacen suya la literatura infantil y juvenil.
