La mano larga y amiga de Azulblue... entrega despensas

Por Roberto PELÁEZ

“Cuando una amistad, un integrante de tu misma organización, alguien de tu comunidad atraviesa momentos muy difíciles, es muy imortante encontrar la forma de ayudar, de decirle a esa persona, a su familia, que no están solos”, destaca Olivia Espinosa, fundadora de ‘Azulblue, unidos contra el autismo’.

“En estos días complejos, continúa, con nuestras acciones queremos expresar gratitud a la familia, les platicamos a esas personas que nos acercamos en nombre de ‘Azulblue...’, y le ratificamos nuestro apoyo”, asevera.

Según la entrevistada, han extendido su mano solidaria a unas 25 familias, “tenemos conocimiento de que enfrentan una situación difícil, apunta, y nos acercamos con una bolsa contentiva de algunos alimentos, pero más que todo de artículos de aseo y limpieza, afirma, por un valor ascendente a mil 389 dólares.

“Optamos por tocarles en sus respectivas puertas, explica, y dejar allí lo que les llevamos, creo que en ninguno de los casos han podido ver quién o quienes dejaron la bolsa a la entrada de las casas... nos parece mejor así.

“Por un lado, abunda, nadie tiene que sentirse apenado por recibir una ayuda, menos en estos tiempos, y por otra parte consideramos que el premio no está en las palabras de agradecimiento, sino en la satisfacción experimentada al servir, al sentirnos útiles, saber que ayudamos a una familia, y eso es lo más relevante, argumenta, deseamos que pese a las actuales circunstancias se sientan mejor”.

Se pudo conocer que al enviar un mensaje de texto al (702) 955-4415, las personas y familias necesitadas deben adjuntar su dirección “cuando organizamos la entrega, vemos qué vamos a poner en cada bolsa, pues para nosotros es indispensable conocer dónde viven para acercarnos”, reconoce la fundadora de Azulblue.

La organización, se pudo conocer, ha crecido de manera considerable en los últimos cinco años “la fundamos (allá por el 2015), comenta la entrevistada, para ayudar, con el objetivo de ser una herramienta de inestimable valor, con la que pudieran contar los hispanos luego que alguno de sus hijos recibiera el diagnóstico de autista, “una condición de la que se estudia mucho, pero no se sabe todo lo que quisiéramos’, sostiene Espinosa.

“Está claro que no esperábamos una situación como esta, que nos afectara el Coronavirus, una pandemia que trae a su paso enfermos, contagiados, fallecidos, afectaciones considerables a la economía, dice, pero lo que sí tenemos claro es que no podemos alejarnos de los amigos, de los compañeros, por complejo que sea el problema, tenemos entonces que acercarnos, ayudar, decir una palabra de aliento.

“Cuando nos textean, advierte, las personas necesitadas escriben sus nombres, dirección, es también una manera de dar su conformidad para recibir ayuda; ahora por esta indicación del distanciamiento social, pero en otras circunstancias platicaríamos, nos acercaríamos con la intención de saber cómo están, si necesitan algo más... le concedemos mucha importancia a la solidaridad.

 

”En nuestro caso, añade, si tenemos información precisa, pues en la bolsa le ponemos un papel con direcciones del lugar, fechas y hora en que se va a entregar despensa, esa es también una manera de ayudar.

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