La violencia en el hogar... un problema cuya solución compete a todos

Por Roberto PELÁEZ

La violencia familiar o en el hogar constituye un delito y lamentablemente es muy común en nuestra sociedad, nos preocupa a todos, y resulta conveniente conocer a quién o dónde acudir en busca de ayuda.

La anterior afirmación corresponde a Soledad García, especialista en prevención del delito en el Departamento de Policía de la ciudad de North Las Vegas, quien asevera que la violencia familiar o en el hogar se puede prevenir.

Es relevante saber que como miembro de la familia usted, aquel, el de más allá, puede ayudar a quienes tienen problemas con la violencia, apuntó, y para ello es imprescindible platicar para hacerle reconocer que tiene tendencia a reaccionar con violencia.

Es muy importante hacerle comprender que la violencia es un delito, no una forma aceptable de solucionar los problemas, remarcó la especialista, sin dudas hay que encontrar mejores formas de compartir los sentimientos, hacer énfasis en resolver los conflictos y expresar enojo, sin tener que apelar a la violencia, sostuvo.

Pero no sólo como miembro de una familia en que alguien enfrenta problemas de violencia se puede hacer algo, también como parte de la comunidad, subrayó García, hay mucho que es posible hacer.

Es conveniente apoyar programas que advierten al público de lo relacionado con la violencia en el hogar, dijo, y que de paso enseñan a expresar las emociones.

Es necesario apoyar los esfuerzos que se llevan a cabo en los medios de comunicación para reducir la violencia, destacó la entrevistada, además de denunciar a la Policía cualquier acto de violencia en el hogar, hechos de este tipo que se conozcan o que se sospechen, y por supuesto, insistimos enq ue se debe ayudar en el tratamiento para personas violentas.

Lo primero, prosiguió la especialista, es reconocer que la violencia en el hogar es un asunto grave, que afecta a todos, y está claro que las personas que cometen o realizan actos violentos también necesitan ayuda, por eso hay que apoyar los programas educativos, legales y sociales encaminados precisamente a poner fin a estas acciones violentas dentro del núcleo familiar  o en el hogar, aseveró.

Debemos actuar todos, instó, de manera que podamos hacer de nuestra vivienda, del hogar, un sitio de amor, un lugar que no esté marcado por la violencia, sin personas afectadas de una u otra forma por la violencia.

No se puede esperar a que el victimario resuelva solo sus problemas de violencia, sus reacciones fuertes, requiere ayuda, destacó; hay muchos lugares de ayuda para las personas que residen en hogares con problemas, trascendió en la plática.

Por un lado, mencionó García, hay líneas de ayuda - (800) 799-7233 ó (800) 787-3224 - para los adultos, mientras que cuando hay casos de abuso infantil se puede contactar al (800) 422-4453.

Las llamadas agencias de servicios sociales y familiares también ofrecen ayuda, mientras que en las iglesias por lo general las personas necesitadas de ayuda pueden encontrar asesoramiento, clases sobre la vida en el hogar, y por supuesto referencias.

 

Podemos señalar, indicó, que están los refugios, los grupos de autoayuda, los grupos de apoyo, los hospitales y centros de salud mental, y por otra parte los oficiales de la Policía pueden ser llamados para intervenir o proteger.

 

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