Las dos leyes de Biden que transformarán positivamente el futuro de Estados Unidos

Por Ignacio Romero 

Gerente del Programa Latino de Anti-Desinformación de Institute for a Progressive Nevada

 

Desde un inicio, Estados Unidos ha celebrado eventos importantes, muchas veces designando un día específico para su conmemoración: el día del trabajo, el día de los veteranos, etc. Durante su gobierno, Donald Trump prometió, repetidamente, que dedicaría, no un día, sino una semana entera a la infraestructura de nuestro país. La promesa nunca se cumplió. Por décadas, muchas otras administraciones hablaron ceremoniosamente sobre el tema sin llegar a una verdadera conclusión. Finalmente, el momento para refaccionar nuestro país ha llegado. 

El presidente Joe Biden hizo que su promesa de campaña se volviera una realidad y firmó así, la ley de Inversiones en Infraestructura y Trabajos. Esta ley que el Congreso pasó con total oposición de los republicanos reconstruirá la estructura física de Estados Unidos, ampliará el acceso de agua potable, garantizará que todos los estadounidenses puedan obtener Internet de alta velocidad, abordará la crisis climática, promoverá la justicia ambiental e invertirá en comunidades que, con demasiada frecuencia, han sido dejadas detrás. 

La ley de infraestructura de Biden se enfoca en tres grandes pilares: la infraestructura dura, que son carreteras, puentes, túneles, ferrocarriles, puertos, muelles, etc; la infraestructura blanda, que se refiere a aspectos humanos como educación, investigación, salud y servicios sociales; y la infraestructura institucional, que se presenta en forma de sistemas legales, económicos y sociales. 

Mientras usted lee estas palabras, gracias a esta ley, se está inyectando en la economía estadounidense $550 mil millones, nuestra infraestructura está comenzando a ser refaccionada y los nuevos empleos están creándose en números históricos. Nevada, por ejemplo, recibirá $4 mil millones de dólares. Parte del dinero será destinado a la construcción, reparación y reemplazo de carreteras y puentes. Lo que es necesario si tomamos en cuenta un reciente estudio realizado por la Asociación de Automóviles de América (AAA) que reveló que el conductor promedio en Nevada paga alrededor de $600 al año por reparaciones, debido al mal estado de las carreteras. 

Nuestro estado también podrá expandir y renovar sus aeropuertos. El financiamiento incluye pistas y una nueva terminal. Además, se mejorará el transporte público en todo el estado, incluyendo nuevos sistemas de autobuses. En el campo de la energía renovable, se expandirá, en grandes proporciones, la construcción de sistemas de carga de vehículos eléctricos.

Nevada recibirá dinero para garantizar el acceso a agua potable en cada rincón del estado. Se expandirá también la conectividad a internet de alta velocidad. Según datos de la Casa Blanca, en este momento, el 4 por ciento de los nevadenses vive en áreas donde no existe la infraestructura de banda ancha, y un 14 por ciento de los hogares de nuestro estado, no cuenta con suscripción a internet.

La ley de Infraestructura de Biden será el motor para una economía saludable. Marca, además, un logro histórico y muy importante en la agenda del presidente, como también lo hace la ley de Reducción de la Inflación, más conocida como IRA (por sus siglas en inglés), que fue celebrada en la Casa Blanca, esta semana, como una victoria para la clase media.

La ley IRA busca, a corto plazo, terminar con la inflación. Sin embargo, a largo plazo, es el mayor esfuerzo que se ha realizado en la historia de la humanidad para salvar al planeta y abordar el cambio climático. Cuenta con la mayor inversión, hasta la fecha, para una transición hacia la energía renovable y para reducir la contaminación climática en aproximadamente un 40 por ciento. Gracias a esta ley, se otorgarán créditos fiscales y reembolsos para quienes adquieran paneles solares y vehículos eléctricos, entre otros. Así mismo, incluye incentivos para que las empresas fabriquen más de esa tecnología en Estados Unidos, lo que creará miles de nuevas fuentes de empleo.

Y a pesar de que las partes de esta ley dedicadas al clima son las que han logrado mayor atención, existen porciones significativas enfocadas en otras áreas. Se reducirá, por ejemplo, los costos de atención de la salud, incluidos los costos de medicamentos recetados. Además, se ampliará la cobertura de seguro médico para familias latinas. 

IRA creará también un sistema de impuestos más equitativo, asegurando que las grandes corporaciones y los multimillonarios (todo aquel que gane más de $400 mil al año) paguen una parte más justa en impuestos.  

Lo que he escrito en estas líneas es simplemente una delgada muestra de lo que realmente significará en nuestras vidas la implementación de las dos leyes de Biden, que transformarán positivamente el futuro de Estados Unidos.

(Pagado por Institute for a Progressive Nevada)

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