Nuevos ciudadanos, la voz de miles

Por Alexander ZAPATA (*)

Juraron lealtad a los Estados Unidos, apoyar a la Constitución y servir a la nación cuando lo necesite. Así un total de 123 personas finalmente lograron convertirse en nuevos ciudadanos.

La ceremonia se desarrolló el pasado 19 de agosto en el Nevada State College ubicado en Henderson. Ante un auditorio repleto de familiares y amigos y en un ambiente de alegría, los beneficiarios entregaron sus tarjetas de residentes legales a las Autoridades del Servicio de Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) y recibieron sus certificados que los convirtieron automáticamente en ciudadanos.

Provenientes de diversas naciones, aunque en un gran número hispanos, los asistentes destacaron la importancia de dar este paso que no sólo les beneficia, sino que implica también un deber. Tal es el caso de la señora Marlene Luis, quien comentó como diversas emociones le invadieron justo al tener en su poder el documento que la certificó como ciudadana. 

“Es algo indescriptible, luego de pasar por situaciones tan duras por tantos años, explicar lo que se siente hoy es muy complicado. No encuentro las palabras”.

Marlene abandonó su país natal hace varios años, y aún recuerda lo duro que fue para ella tener que alejarse de sus seres queridos en especial sus hijos quienes aún estaban muy pequeños. 

“Creo que lo más duro es alejarte de tus amigos, de tus seres queridos e incluso tus hijos”, explicó con una sonrisa en su rostro. “Ahora finalmente podré volver a verlos y no sólo eso, podré traerlos conmigo para estar unidos nuevamente como familia”.  

La voz de millones

Un grupo de jóvenes estaban a las afueras del auditorio, pero su misión era diferente. Entre ellos estaba Dulce Valencia, de 20 años, que con planilla y pluma en mano esperaba ansiosa la salida de los nuevos ciudadanos. 

Dulce llegó a los Estados Unidos a los 11 años proveniente de Antón Simón, una pequeña población situada a varios kilómetros de Zihuatanejo, Guerrero, para reunirse con su padre quien cruzó la frontera buscando un futuro mejor para los suyos cuando ella tenía 9. 

“Recuerdo una infancia feliz pero llena de dificultades, era un rancho pequeño, lejos de la civilización, con dos tienditas y sin calles pavimentadas”, relataba mientras su mirada se perdía en la puerta por donde ingresaron los residentes y saldrían los nuevos ciudadanos. 

Valencia es organizadora de Progressive Leadership Alliance of Nevada (PLAN), una organización pro inmigrante que entre sus misiones actuales está el registrar nuevos votantes para que sean la voz de quienes no podrán participar en las elecciones el próximo 8 de noviembre. 

“Estamos aquí porque estos residentes dieron un gran paso y ahora es su derecho y también su deber cívico registrarse y votar para decidir el futuro de la nación”, resaltó.

Por su parte Luis expresó que se registró de inmediato pues “no quiero dejar en manos de otros mi futuro y el de tantos que lamentablemente no tienen la posibilidad de votar”. Además invitó a que aquellos residentes que aún no se hacen ciudadanos y tienen la posibilidad, lo hagan cuanto antes.

La jornada fue exitosa para los miembros de Plan quienes lograron inscribir 60 nuevos votantes, sin embargo, Valencia insistió que seguirán incrementando sus esfuerzos para lograr que más personas participen en las próximas elecciones. 

“Hasta la fecha hemos registrado 2 mil 500 personas. Esperamos que para el 8 de octubre ya tengamos 5 mil nuevos votantes en el estado de Nevada”.

(*) Especial para El Mundo. 

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