Ponerle coto a la accidentalidad compete a todos

Por Roberto PELÁEZ

Uno de los accidentes de tránsito más recientes, ocurrido en la semana que transcurre, dejó el triste saldo de una persona fallecida y seis lesionadas. 

El siniestro en cuestión tuvo lugar en las inmediaciones de Desert Inn y Jones, al oeste del valle. Al momento de redactar estas líneas continuaban las investigaciones por parte de especialistas de la Policía Metropolitana.

Incuestionablemente el 2022, pese al desempeño de los agentes del orden y la Motorizada, dejó cifras alarmantes en lo concerniente a los accidentes, con violaciones de conductores y peatones.

Por si fuera poco, minutos antes de las 12 del mediodía del miércoles 22, tuvo lugar otro accidente, también investigado por oficiales de la Policía Metropolitana. Ocurrió en la intersección al Sur de la Decatour y el oeste de la Oakey. Las personas heridas fueron trasladadas al UMC.

Lo que va del presente año el número de accidentes automovilístico invita a reflexionar, a literalmente ‘tomar el toro por los cuernos’, y lo mismo ocurre con los robos.

El exceso de velocidad, ingestión de bebidas alcohólicas, consumo de sustancias, no prestar la debida atención al control del vehículo, no respetar las señales de tránsito, textear mientras se conduce, adelantamiento indebido, son algunas de las violaciones más frecuentes

Todo lo anterior, a lo que se une la poca o nula educación vial de muchos conductores, lo irrespetuoso y grosero proceder a choferes, que van al volante como si condujeran en la jungla, la selva, y quieran imponer la ley del más fuerte, muchas veces van acompañados de sus hijos a quienes sirven de patrón... ese es el ejemplo que ofrecen a sus menores, que dicho sea de paso lo ponen de manifiesto en los salones de clases.

Conducir un vehículo es un privilegio que trae consigo RESPONSABILIDAD, evitar accidentes gracias a los operativos policíacos o a la presencia en las vías de los oficiales, no compete sólo a los policías, evitar accidentes (con su pesada y triste carga de fallecidos, lesionados, pérdidas materiales, el tener que realizar múltiples gestiones que no estaban en los planes), es una tarea que corresponde a todos, y se materializa poniendo un poco de responsabilidad al volante.

Los fallecidos, los lesionados a causa de accidentes de tránsito, pueden ser muy bien usted, un familiar, un amigo, un vecino, un compañero de labor, nadie está exento de ser víctima, ni siquiera quien conduce de manera respetuosa, atento a las señales, sencillamente porque por cualquier arteria o vía puede aparecer uno de esos ‘choferes’ al que le vale madre su vida y la de otras personas.

Aparejado al trabajo de los oficiales, si cada chofer pusiera una cuota de responsabilidad a su proceder, se estaría contribuyendo de manera significativa a reducir el número de accidentes, aportando a la seguridad en las calles. 

Recuerde esto: Más vale perder un minuto en la vida que la vida en un minuto. 

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