Por Rafael ROMERO
Jesús Jara, superintendente del Distrito Escolar del Condado Clark (CCSD, por sus siglas en inglés), aseveró que van a adoptar una postura más estricta contra la violencia escolar, y resaltó las medidas a aplicar a alumnos para los estudiantes que se involucren en acciones violentas dentro de los centros docentes.
La noticia trasciende más que todo por el reclamo de los padres, estudiantes, personal y organizaciones locales, que no cejan en solicitar a las autoridades del CCSD una acción dirigida a poner freno a la violencia escolar en lo que va del presente ciclo.
Como botón de muestra vale apuntar que en el presente año escolar integrantes del Departamento de la Policía Escolar han confiscado 25 armas de fuego dentro de las instalaciones escolares, a lo que se unen más de tres mil ataques, agresiones y peleas.
Hay un aumento significativo en el por ciento de armas confiscadas en los dos últimos cursos escolares. El superintendente comentó que aún muchos estudiantes se ven afectados por el trauma a causa de la pandemia.
Jara y otros líderes reconocieron que los estudiantes batallan con las afectaciones de la pandemia, específicamente en lo que tiene que ver con la salud mental, pero el superintendente dejó sentado que la violencia NUNCA debe ser la respuesta, y reiteró lo concerniente a las medidas a adoptar con estudiantes vinculados a peleas y acciones violentas.
“Queremos dejar bien claro, sostuvo Jara, que si los alumnos y adultos son violentos en nuestras escuelas, sin temblranos la mano los sacaremos y los haremos responsables en correspondencia con nuestro código de conducta disciplinario”, afirmó de manera categórica.
Por otro lado Evelyn García y Steve Wolfson, Fiscal de Distrito del Condado Clark, Steve Wolfson, coincidieron al subrayar que la violencia escolar no es un tema nuevo, afecta desde hace mucho, sin embargo la preocupación está relacionada específicamente con el grado de intensidad de la violencia en los centros docentes.
El superintendente subrayó que peleas y acciones violentas que provoquen “interrupciones de envergadura en nuestras escuelas” resultarán en una recomendación de expulsión, mientras otros altercados físicos serán considerados como una infracción disciplinaria.
Trascendió que alumnos que pasen a una expulsión se les canalizará a opciones alternativas de educación, entre las que se incluye la enseñanza secundaria en línea.
Pudo conocerse que el Distrito Escolar reinicia la denominada Junta de Revisión de Expulsión, y que cualquier alumno que se encuentre en posesión de un arma de fuego o un arma peligrosa será remitido de inmediato a la mencionada Junta.
Varios padres mostraron su agradecimiento por las medidas, específicamente por la decisión de expulsar de las escuelas a estudiantes involucrados en incidentes violentos. “Entendemos que los niños, adolescentes y jóvenes merecen la oportunidad de aprender en un ambiente seguro, en que puedan enfocarse en el aprendizaje, a eso aspiran ellos y nosotros”, dijeron.
“Creemos que los problemas más graves, que causan la mayor preocupación pasan por la violencia escolar y lo que tiene que ver con la salud mental”, concluyeron.
