Por Eymhy CORPUS - Representante del Sierra Club en Las Vegas
He trabajado como organizadora ambiental en la comunidad hispana durante años, y nunca he estado más preocupada por el peligro de los contaminadores corporativos. En todo el país, tres millones de hispanos padecen de asma, y casi la mitad de ellos reportan que alguien de su familia tiene asma. En Clark County, casi 30 mil niños sufren de ataques de asma, y muchos de ellos debido la contaminación de vehículos, plantas energéticas de carbón y gas. El problema es grave, y ahora tenemos un administrador de la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA), Scott Pruitt, que está acabando con las protecciones de calidad del aire y la salud de todos.
Pruitt y sus corruptas relaciones con las personas que se supone que tienen que regular no se caen de los titulares noticiosos, por lo cual debería el presidente Donald Trump despedirlo. De hecho, Pruitt debería haber sido despedido hace mucho por no proteger el medio ambiente y la salud pública afectados por corporaciones que ensucian el aire y el agua de todos.
Aquí en Nevada, no siempre reconocemos lo importante y valiosa que es la EPA para nuestra salud. Cada año, la EPA gasta decenas de millones de dólares protegiendo la limpieza del agua, reduciendo los índices de contaminación, y reparando los daños ambientales en nuestras comunidades. Pruitt y Trump quieren cortar el presupuesto de la EPA, y ya han anunciado la clausura del Laboratorio Nacional de Investigación a la Exposición a la Contaminación, aquí en Las Vegas.
Los programas de la EPA que Pruitt está tratando de eliminar son populares en todo el país, particularmente entre los hispanos. Está tratando de acabar con el Plan de Energía Limpia, el cual hubiera acelerado la transición hacia fuentes limpias y renovables. Más del 80% de los votantes hispanos apoya invertir en fuentes de energía limpia, y quizá sea en parte porque el porcentaje de hispanos que trabaja en las industrias solar y eólica es mayor que el de la fuerza laboral total. Y aquí en Nevada, más de 100 compañías solares emplean a casi 9 mil personas.
Pruitt también niega lo rlacionado con el cambio climático, así que a nadie extrañó que urgiera a Trump a retirarse del Acuerdo Climático de París, pese a que el 93% de los hispanos apoya quedarse en el Pacto.
Recientemente, Pruitt urgió a la EPA a que eliminará los estándares de eficacia de los carros nuevos. Desde que esos límites fueron implementados en 2012, los nevadenses se han ahorrado $290 millones en la gasolina, y esa es la razón por la que siete de cada diez votantes de todo el país apoyan mantener esos estándares.
Ahora, la corrupción de Pruitt se hace más obvia al descubrirse su despilfarro -de cientos de miles de dólares de los contribuyentes- viajando en primera clase. Los tratos que hizo con cabilderos y ejecutivos de las industrias petrolera, carbonera y gasífera exponen graves cuestiones éticas. Es aterradora la lista de ‘compadres’ de Pruitt para apoyar a sus amigos multimillonarios de estas industrias a costa de la salud pública y la seguridad de nuestras familias.
Trump eligió mal a nombre de las familias de Nevada y de todo el país nombrando a Pruitt, y ahora lo empeora no despidiéndolo. El aire de Las Vegas está más contaminado que el de muchas ciudades. Necesitamos un administrador de la EPA que arregle el problema. Scott Pruitt ha fracasado en su deber de mantener y aplicar las protecciones ambientales que nos benefician a todos. Ya es hora de que lo boten.
Eymhy Corpus
Sierra Club Organizer
Cell (702) 338-4214
