Se fortalece en Las Vegas la costumbre de las Ofrendas a los muertos

Por Valdemar GONZÁLEZ

Cada año se suman más eventos, espacios y personas dedicados a la celebración del Día de muertos. Ahora no solo son los centros culturales, las bibliotecas y muchos hogares mexicanos, también establecimientos comerciales, algunos centros comunitarios y organizaciones ponen ofrendas. Una de éstas luce ahora en el Consulado de México, dedicada al embajador Gilberto Bosques.

El año pasado el primer altar fue dedicado a la memoria del escritor Octavio Paz, premio Nobel de Literatura. Ahora en el 2015 el consulado decidió dedicar su ofrenda al embajador Gilberto Bosques Saldívar.

Elegimos dedicar nuestra ofrenda a la memoria del embajador Bosques porque salvó miles de vidas durante la segunda guerra mundial en Europa, expresó Jorge Elizondo, cónsul de comunidades mexicanas. La labor de la Secretaría de Relaciones Exteriores -a la que pertenece el consulado- el Instituto de los Mexicanos en el Exterior, y en sí el gobierno mexicano, promueven la cultura y cuidan que nuestras costumbres se mantengan. Eso hacemos en el consulado entonces esta ofrenda está acorde con una de las fechas más sentidas del pueblo mexicano. 

Respecto al embajador Gilberto Bosques es bien conocido entre la gente del servicio exterior mexicano, pero creemos que el pueblo también debe conocerlo y lo mucho que sirvió, dijo Elizondo.

Bosques y el México generoso

Gilberto Bosques nació en Puebla, México, en 1892, y murió en 1995. Un poco de su historia nos muestra que gracias a que expidió visas e hizo múltiples y variadas gestiones un estimado de 40 mil personas de origen judío y español en su mayoría pudieron salvarse de la guerra.

Según cuenta la enciclopedia virtual Wikipedia cuando la República Española cayó en 1939, y la guerra se cernía sobre el resto de Europa, el presidente Lázaro Cárdenas nombró a Bosques cónsul general en París. Su misión real era convertirse en un enviado personal del presidente de México en Europa, defender a los mexicanos. Bosques salió de París cuando la ciudad estaba a punto de ser tomada por los alemanes. Con amplias instrucciones para establecer el consulado donde le conviniera. Su primera ocupación fue defender a los mexicanos residentes en la Francia no ocupada, pero pronto protegió también a otros grupos. Apoyó a libaneses con pasaporte mexicano y a refugiados españoles que buscaban huir de los nazis y del régimen franquista. De hecho, se cree que fue él quien convenció al presidente Lázaro Cárdenas de abrir las puertas de México a los republicanos españoles en 1937. 

Bosques con su familia y personal del consulado fueron detenidos por el ejército alemán; fueron privados de su libertad en un hotel-prisión en Alemania durante casi más de un año, hasta que, según contó el cónsul Elizondo, en 1944 el gobierno de Cárdenas los canjeó por presos alemanes que mantenía en Veracruz. 

 

La ofrenda del consulado de México en Las Vegas está a la vista del público del 26 de octubre al 6 de noviembre. Incluye un video sobre la vida del ejemplar diplomático.

 

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