Solidaridad manifiesta en el valle... Alimentos y vacunas gratis

Por Roberto PELÁEZ

“La jornada del pasado viernes 21 me dejó exhausto, casi sin fuerza, atendimos a más de dos mil 300 personas, sólo nos queda la satisfacción del deber cumplido, de saber que ayudamos a mucha gente, es algo que no tiene precio”.

Las palabras corresponden al inquieto Marko Gamboa, un hombre aquejado por el cáncer que junto a su inquebrantable fe en Dios, su desvelo por la familia, esgrime como lema: ‘Amo a mi comunidad’.

“El viernes entregamos comida a dos mil 300 personas, además 289 accedieron a vacunas, 43 exámenes de la vista, y 306 se hicieron el test para detectar el Covid 19”, comenta con sano orgullo.

Trabajador de restaurante por más de 20 años, líder del Centro Cristiano il Shaddai, en las proximidades de Lamb y Lake Mead, sostiene: “con toda mi fuerza de voluntad, mi deseo de servir, no puedo dejar de reconocer que sin mi equipo todo fuera más difícil.

“El mérito, abunda, es de Dios y de Nacho, Jesús, Esteban, Carlos, que no escatiman, no miran el reloj cuando se trata de eventos como los del viernes 21, ellos lo dan todo por la gente... nosotros estamos orgullosos de la comunidad, no hacemos más que corresponder al cariño, al agradecimiento de tantas personas”.

De alguna manera Gamboa se las arregla para nunca -o casi nunca- poner como pretexto la enfermedad que lo aqueja, las exigentes sesiones de tratamiento, “es sólo inclinarme ante Dios, darle las gracias por todo, recobrar las fuerzas y volver a entregarme a la comunidad, a actividades de este tipo que sé hacen mucha falta”, esgrime.

El propio Nacho, tan inquieto y servicial como su amigo y compañero de ‘mil batallas’, expresa: “No puedo decir que no, Marko me invita a trabajar, a hacer y volver a hacer en favor de la gente, y predica con el ejemplo, basta con seguirlo, en él tenemos un guía.

“Uno puede decir entregamos comida a dos mil 300 personas, resalta Nacho, pero se necesitan unas horas dedicadas a la organización, a cargar cajas, velar porque todas tengan los mismos alimentos, responder preguntas de la gente, guiar a los conductores en el estacionamiento, y todo eso con Marko con frente, dando el ejemplo, previéndolo todo... he aprendido mucho de él”.

En medio de una larga línea para recibir alimentos, Nora González platica con las personas más cercanas a ella “ustedes ven a ese hombre que camina para allá, regresa, platica, informa, invita a la gente a hacerse las pruebas del Covid, a ponerse las vacunas, pues es el alma de esto, y eso que está enfermo”, insiste.

 

Para el cubano Anselmo Ramos, quien llegó a Las Vegas procedente de Nicaragua, “después de caminar mucho”, dice, Marko Gamboa es un ‘pequeño gigante’,  “hay veces que deseo que en nuestra comunidad haya cinco o seis Gamboa, no todos los días uno se encuentra gente dispuesta a darlo todo, a ayudar, alentar, los hombres así no conversan mucho pero son líderes, déjeme decirle algo, subraya, quien ayuda a mi familia, a mi, en estos tiempos difíciles por el alza de los precios de los alimentos, de la gasolina, lo considero mi amigo, lo mismo si también ayuda a la comunidad, esas son las cosas que es imprescindible valorar y reconocer”.

Top