Por Roberto PELÁEZ
Cuatro palabras bastan para retratar a la mujer que tengo delante: “Ella no se rinde”.
María Novello-Simpson es el CEO-Fundador de la Escuela de Estudios Profesionales de Nevada.
Es autora, emprendedora, defensora de la formación profesional, capellán, madre de siete hijos, esposa del Dr. Matt Simpson e hija de padres inmigrantes.
María nace en Long Island, Nueva York, el 25 de junio de 1969. Sus padres son de origen albanés e italiano que emigran a Buenos Aires, Argentina durante la Segunda Guerra Mundial. Su increíble historia comienza cuando su familia viene a América.
El padre -Rodolfo-, sale de Argentina, viene a los Estados Unidos casi sin nada, aprende inglés, se convierte en ciudadano de este país, y se enrola en las Fuerzas Armadas; trabaja incansablemente con el objetivo de lograr una vida cómoda para su familia.
“Aprendo mucho de él, apunta María, es como un espejo, un ejemplo de ética laboral, no se da por vencido, con un corazón enorme, agradecido hacia Estados Unidos por las oportunidades que les brinda”, afirma.
A temprana edad, la entrevistada muestra interés por diferentes culturas e idiomas. A los cinco años habla inglés, español, italiano, entiende albanés y algo de portugués. Viaja con su familia a Sudamérica y Europa. “Siento un llamado a amar a todas las personas”, resalta emocionada.
Inteligente, hermosa, pero tímida, en la secundaria integra el equipo de baile y de porristas, sin embargo por lo que llama la atención de todos es por su gran corazón.
Su primer trabajo es en Delta Airlines, conoce a personalidades como Celia Cruz, Oscar de la Hoya, Joe DiMaggio, “y mi favorita de todas... la Madre Teresa”, externa. El corazón de María, su bondad, su vocación de servicios es evidente.
Se muda de Nueva York a Las Vegas, tiene tres hermosos hijos y gana otros cuatro a través del matrimonio con el amor de su vida, el Dr. Matt Simpson.
María, quien de manera incansable cuida de sus padres, reconoce que “perder a papá es un golpe duro, un dolor tremendo, él es mi héroe”, sostiene emocionada.
Lanza su propio negocio, se empeña en hacer valer lo aprendido junto a su padre, “trabajo muy fuerte para que él, donde esté, sienta un gran orgullo por su hija”, apunta.
“Ocurre, dice, que muchas personas sólo ven el éxito de este o aquel negocio, sin reparar en el sacrificio, en largas horas de trabajo y entrega; me apasiona contribuir, incidir en la venidera generación de líderes, enseñar, capacitar, insistir en la importancia de ser emprendedor, de hacer valer los criterios, la vocación, el talento, y luchar sin descanso por hacer realidad los sueños”, significa.
“Sabe, acota, valoro mucho a la persona, al individuo que persigue sin descanso sus deseos, que muestra fuerza de voluntad, trabaja, escucha, pone en práctica lo aprendido... por lo general esa persona llega lejos.
“La mayoría de los grandes cambiadores del mundo, considera, y los héroes de todos los tiempos, no se descubren porque sencillamente nunca se agotan en sus sueños y deseos, no se percatan de su talento, de su marcada vocación, porque no lo intentan, no perseveran”, destaca la entrevistada.
“Personalmente creo que cuando una tiene confianza en sus conocimientos, en su actitud ante el trabajo, pues no corre riesgo, va casi siempre al seguro, y quienes te rodean se percatan de esa misma actitud, de tu inspiración, entonces motivas a los demás a hacer, a entregarse con ímpetu para salvar cualquier obstáculo... es relevante ser un ejemplo, que los compañeros reconozcan tus cualidades de liderazgo, más que todo por la calidad de lo que haces, la calidad de tu trabajo, tus habilidades, y esas herramientas son las que quisiera ‘adornaran’ a los líderes del futuro”, enfatiza.
“Se debe ir por la vida dando amor, precisa, tratando bien a todos, con amabilidad, sin creerse mejor que nadie, pues como dijo José Martí ‘toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz’”, remarca.
Desde un humilde comienzo, hasta la fundación de su propia compañía, María adquiere una comprensión de primera mano de lo que significa la pobreza y la riqueza, “es importante conocer, resalta, cómo se alimentan esos dos aspectos, tan inherentes a nuestras vidas, de la libertad y la oportunidad, porque constituyen el núcleo de lo que muchas personas llamamos sueño americano”, concluye.
