Desata polémica iniciativa de legalización de marihuana en Washington

La iniciativa de legalización de la marihuana en Washington desató un debate entre quienes la consideran un mal precedente de política pública y aquellos que buscan evitar los desproporcionados arrestos de adictos afroamericanos.

El distrito de Columbia aprobó en marzo pasado despenalizar la posesión de cantidades menores de esa droga, pero el Consejo de la ciudad autorizó un referendo para el 4 de noviembre próximo, a fin de legalizar su uso con fines no sólo medicinales sino recreativos.

Sus partidarios, encabezados por el grupo comunitario DC Cannabis Campaign, sostienen que la legalización es un acto de “justicia racial” porque el 91 por ciento de los arrestos por posesión de drogas corresponde a miembros de la comunidad negra, la mayoritaria en la capital.

Los arrestos desproporcionados entre la comunidad afroestadunidense se producen “aún cuando la gente blanca y negra consumen marihuana en tasas casi similares”, sostuvo el doctor Malik Burnett, copresidente de DC Cannabis Campaign.

Las últimas cifras poblacionales de 2012 indican que el 50.1 por ciento de la población en la capital de Estados Unidos es afroestadunidense, en comparación con el 70 por ciento de 1970.

La iniciativa de ley constituye un paso adicional a la decisión tomada en marzo pasado por el Consejo del Distrito de Columbia, que aprobó una iniciativa de ley para discriminalizar parcialmente la posesión de marihuana.

La ordenanza penaliza la posesión de la droga con una multa de apenas 25 dólares, una reducción significativa en relación con la sanción actual de un año de cárcel y mil dólares de multa.

Asimismo, sólo penaliza la posesión pública o privada de la marihuana por una cantidad mayor de una onza (alrededor de 28 gramos).

Sin embargo, su consumo en la vía pública sería punible con una multa de 500 dólares y seis meses de cárcel, aunque la sanción se reduciría a apenas 25 dólares si el consumo es en propiedad privada.

Pero los partidarios de la legalización de la marihuana creen que la ley debe ir más allá, a fin de que la capital se sume a las otras 17 entidades estadunidenses que abiertamente permiten su consumo con fines médicos o recreativos.

“Sin embargo, la información de numerosas jurisdicciones en el país indica que la despenalización por sí sola no es suficiente para cambiar las prácticas políticas”, remarcó Burnett.

En contraste, el gobierno federal estadunidense se opone a la legalización de las drogas toda vez que la administración del presidente Barack Obama lo considera una política errónea de salud pública.

La doctora mexicana Nora Volkow, directora del Instituto Nacional para el Abuso de las Drogas, destacó ante el Congreso que recientes investigaciones establecen vínculos entre el uso constante de la marihuana y resultados “adversos” en el nivel de vida de los usuarios.

Las consecuencias incluyen ingresos bajos, alto desempleo, mayor dependencia de la ayuda económica gubernamental, así como un incremento en la conducta criminal y una disminución del nivel de satisfacción en la vida.

Volkow destacó un estudio que muestra que la legalización de la marihuana para uso recreativo en Washington y Colorado ha enviado un mensaje a la población joven en el sentido de que esa droga no ocasiona daños.

Asimismo, citó un sondeo de Pew Research Center en el que la gran mayoría (69 por ciento) tiene la percepción de que el alcohol es aún más peligroso que la cannabis.

La especialista pionera en el uso de la imagen del cerebro para investigar los efectos tóxicos y las propiedades adictivas de las drogas, advirtió que la legalización de la marihuana aumentaría la tasa actual de usuarios jóvenes a nivel de preparatoria (uno de cada 15 jóvenes estadunidenses).

“El consumo constante de la marihuana pone en peligro sus oportunidades de éxito en la escuela y la vida”, remarcó la también bisnieta del líder de la revolución rusa León Trotsky.

Aún si el referendo es aprobado en noviembre, la decisión final de la legalización quedará en manos del Congreso, ya que el Distrito de Columbia no goza de derechos políticos plenos como los restantes 50 estados del país y carece de representantes con derecho a voto en el Capitolio. Washington (NOTIMEX)

 

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