Economía estadounidense no acelera como se esperaría

La solidez de las contrataciones en Estados Unidos debería estimular el crecimiento económico. Los bajos precios de la gasolina deberían alentar el gasto del consumidor. La baja del desempleo debería fortalecer los salarios. Las bajas tasas hipotecarias deberían impulsar la compra de viviendas. El poderío económico de Estados Unidos debería beneficiar a sus trabajadores. Sin embargo, todas esas presunciones comunes sobre cómo prospera una economía parecen haber desaparecido en los primeros tres meses de 2015.

Los beneficios económicos que usualmente fluyen luego de un año de fuertes contrataciones aún no han emergido. Apenas 126,000 empleos fueron añadidos en marzo, dijo el gobierno el viernes 3 de abril. Los salarios semanales promedio bajaron.

Los restaurantes recortaron sus contrataciones porque los ahorros en gasolina no llevaron a más reservaciones. Constructores y fábricas eliminaron 1,000 trabajadores cada uno de sus nóminas, gracias a la pobre actividad en sus sectores.

Los avances mediocres confirman las evidencias de una desaceleración económica. La Reserva Federal de Atlanta cree que en los primeros tres meses del año la economía de hecho se frenó.

Ahora, algunos apuntan a factores que pudieran haber sido subestimados este año. Otros mantienen sus proyecciones sobre la economía como debería ser, teóricamente. Después de todo, dicen, marzo pudiera resultar apenas una anomalía como la ocurrida en 2014, cuando una baja en el primer trimestre fue seguida por un sólido crecimiento en los meses siguientes.

A continuación, cinco factores que pudieran ayudar a explicar por qué la economía estadounidense no está acelerando como podría esperarse:

INVIERNO GRAVE: En varias partes de Estados Unidos, pareció que el invierno no acababa. Las nevadas y el intenso frío que duraron hasta los últimos días de marzo pueden congelar el crecimiento económico.

Si la culpa es del clima, eso pudiera ser algo alentador. Significaría que le economía sigue fundamentalmente saludable — algo que se haría evidente una vez se despejen los cielos en la primavera.

FORTALEZA DEL DÓLAR: Muchas fábricas estadounidenses exportan sus productos por todo el mundo, pero como la economía estadounidense ha andado mejor que la de sus socios comerciales, esas fábricas están ahora en desventaja: la relativa salud económica del país ha elevado el valor internacional del dólar. Los bienes de las fábricas en Estados Unidos son por ello 20% más caros en Europa que hace un año, un incremento que ha perjudicado las ventas.

BAJA DEL CRUDO: Un barril de crudo cuesta menos de 50 dólares, habiendo perdido más de la mitad de su precio desde junio. Eso significa que los pozos están teniendo menos ganancias. Cuando los precios del crudo se desploman y miles de millones de dólares están en juego, las compañías petroleras tienen a responder rápidamente con recortes de producción.

AUMENTOS SALARIALES POBRES: Es difícil para los consumidores gastar más si sus cheques de paga apenas cambian. El crecimiento promedio anual de los salarios está trabado en apenas 2,1%, pese a que el desempleo ha caído en el último año de 6,6% a un casi normal 5,5%. Y el promedio de horas trabajadas bajó el mes pasado, lo que hizo que los trabajadores ganasen menos que en febrero.

Pudiera ser que la tasa de desempleo debe caer aún más. La Reserva Federal dice ahora que una economía normal debe tener una tasa de 5%.

Mientras tanto, los precios de las viviendas han subido mucho más que los salarios, desde el desplome hipotecario. Sin alzas salariales para ahorrar para pagar anticipos y cubrir los pagos hipotecarios mensuales, la mayoría de las personas que desean comprar una vivienda no pueden aprovechar tasas de interés históricamente bajas.

AUTOMATIZACIÓN: La economía estadounidense pasa por considerables cambios tecnológicos y muchos empleadores consideran preferible la automatización a las contrataciones. Un sondeo de alumnos de la Facultad de Negocios de Harvard dado a conocer en septiembre concluyó que casi la mitad de las empresas prefieren invertir en tecnología que contratar o retener empleados. Ese desplazamiento puede minar la usual conexión entre desempleo y alza de salarios. Washington. (AP).

 

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