México, Colombia y Brasil albergarán a partir de mediados de año los foros internacionales sobre migración, narcotráfico y Amazonía convocados por el presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció el ministro de Relaciones Exteriores del país andino, Álvaro Leyva.
El Foro Latinoamericano sobre Migración tendrá lugar en México en junio o julio, dijo Leyva en un encuentro con periodistas en Bogotá, en el que se refirió a la crisis humanitaria derivada del éxodo de miles de personas que buscan llegar a diario a EEUU.
“Hay una situación de migración de todos conocida que está afecta a Colombia, no solamente a Venezuela, a México, a Panamá, a Costa Rica”, manifestó Leyva enumerando a algunos de los países latinoamericanos que afrontan el fenómeno de la migración ilegal.
En ese sentido, el canciller dijo que “todo el mundo quiere llegar allá (EEUU)” atravesando el Tapón del Darién, la selva situada entre Colombia y Panamá, por lo cual entre los migrantes hay no solo latinoamericanos sino también gente de países más distantes, “por ejemplo gente de Bangladesh, gente de la China”.
“Hay unas circunstancias que merecen una atención continental para ver cómo se va atendiendo y ver cuál es la cuota de responsabilidad que tiene que asumir América Latina”, agregó el ministro sobre la cita en México.
En cuanto al Foro Latinoamericano sobre Narcotráfico, el canciller dijo que será en Bogotá en una fecha por definir del segundo semestre.
En su intervención ante la Asamblea General de la ONU, Petro planteó un nuevo enfoque en la lucha contra el narcotráfico al pedir que se acabe la guerra contra las drogas, a la que calificó como “irracional”, al tiempo que convocó a América Latina a unirse en ese propósito.
Como particularidad, Leyva dijo que tendrá enfoques que no se solían tocar en reuniones de este tema, como el consumo de drogas.
“Se va a tocar el hecho de la obligación que tienen los consumidores”, afirmó categórico el canciller, quien añadió que “siempre se ha condenado a Colombia como productor de coca” cuando la lógica dice que la responsabilidad debe ser compartida. Bogotá (EFE)