Corroborando: Visita a la Ciudad de México...

Como notará el lector, antes escribíamos “visita al DF” defectuoso, o como usted lo quiera llamar, ciudad en la que los pajaritos (incluyendo el de Nicolás Maduro)... no cantan, sino apenas gorgorean. 

Y la razón por la que ya no escribimos el DeFe es porque esa porción de la metrópoli ya se quedó atrapada, con todos sus 9 millones de chilangos registrados como defeños, en medio de una metrópoli de 22 millones, que es la que nos tocó visitar el pasado fin de semana en compañía de nuestro guía y querido amigo, José Antonio “PPToño” Jiménez, quien nos trajo de la ceca a la meca en su poderoso BMW, (todo pagado, no fiado como los de allá), pues ahora es Asesor (algo así como concejal) de Cuajimalpa, distrito en el que vive y todavía pertenece al Defe, pero de donde se tiene que mover a distintas partes de esta enorme y súper transitada urbe. 

Y eso que nos tocó el fin de semana y todavía mucha gente sigue en vacaciones. 

En fin, nosotros como siempre nos hospedamos en el ancestral Hotel Geneve, -en donde imagínese- se reunía Don Porfirio en sus tertulias con sus cuates en el corazón de lo que alguna vez fue la sofisticada Zona Rosa, ahora centro de antros exclusivos para chavos tiernos y no tan tiernos y algunos del tercer sexo, legalmente admitidos en la sociedad en esta Ciudad de vanguardia, como se hace llamar, y la que próximamente, según dicen sus Asambleístas, pronto tendrá su propia Constitución. 

Solo que nosotros, mis esposa y yo, a pesar de haber visto nuestra escolaridad y primeros años en esta ciudad, de no ser por nuestro gran amigo y guía PPToño, como cariñosamente lo llamamos, no hubiéramos hecho más que lo de siempre, comer en el Hotel, o en Enrique´s, enseguida de Arroyo´s, o San Ángel Inn, que es a donde nos lleva la camioneta del Hotel, porque son los únicos lugares que confiamos, pues los otros de plano, no los conocemos.

Pero resulta que Pepe Toño, abusando que era fin de las vacaciones de verano y un sábado sin lluvia, nos llevó a mostrarnos la ciudad, aprovechando que el tráfico no era muy pesado, -como a 25 millas por hora- y primero nos llevó a almorzar al Restaurante del Lago, pero no del que está frente al Lago de Chapultepec donde la vista es el lago, y que ya conocíamos, en donde todas las parejas andan paseando en sus lanchitas, sino al restaurante del Lago de la Segunda Sección -que no conocíamos- con vista a otro hermoso lago artificial, este sin tanta lancha, pero más que todo frecuentado por pura de la llamada “gente bonita” que se pasea sin guaruras, y es obviamente de billete gordo, pues desde las marcas de los autos se nota, pues el BMW de PPToño, se convirtió en uno de tantos. Cómo la ve.

Saliendo del Restaurante del Lago Sección II y como nuestro autobús no salía sino hasta las 4.30 de la tarde, PPToño, nos llevó a recorrer la zona de la ciudad en donde el Rey Midas Slim tiene “algunas” de sus propiedades, las cuales lo hacen a uno maravillarse del progreso que existe en algunas partes de esta metrópoli, como son desde el Consorcio Santa Fé, el Acuario y las partes en donde se encuentra en la parte de arriba, casi casi como recuerdo del pasado, la Fuente de Petróleos Mexicanos, en donde se ha construido una serie de túneles o “under passes” de varios niveles que lo hacen a uno pensar que de veras estamos en el “primer mundo”, pues al salir de cualquier nivel se encuentra con torres y + torres, así como condominios de chorrocientos pisos como cualquiera de los que recientemente se construyeron en Las Vegas, y que por cierto nunca supimos si se vendieron. O solo se quedaron mirando al espacio. Aquí sabemos que estas tienen un gran éxito por tanta riqueza mal distribuida. Pero + que todo... por ser propiedades de las queridas de tanto funcionario corrupto... Finalmente, Imagínese usted el petróleo de México... si estuviera manejado por los japoneses. Ya estaría México de veras en el Primer Mundo.

SIN EMBARGO LA BONDOJO EXISTE

Como el Bronx en New York o el East L.A. en Los Ángeles, o los barrios bajos de cualquier metrópoli, los que siempre seguirán existiendo, pues sobra decir que en el reino del Señor, las gallinas de arriba, siempre se cagarán en las de abajo. Y eso es una norma establecida en todo el mundo. Y esto lo sabemos todos, pero lo que posiblemente no saben los poderosos es que estas gentes gozan y disfrutan más la alegría de lo poco que tienen. 

Pero sobre todo, no tienen que preocuparse ni del IRS ni del cambio de sexenio, ni la mentada Bolsa de Valores, que ellos piensan es en donde los ricos esconden sus millones, sino solamente a quien de ellos les toca siguiente tanda para ofrecer la siguiente posada o irse toda la familia en un camión de redilas a Acapulco. 

Y este, amigous, es el México de Peña Nieto o la América Latina de todos nosotros. Lleno de luces y sombras, pero sobre todo de muchos mariachis, mucha cumbia y muchas esperanzas.

¿Y QUÉ TAL TRABAJAR SOLO TRES DÍAS?

Y esto no se puede tomar como mafufada. Nada menos que Carlos Slim, el Rey Midas, el hombre más rico del mundo y pensando tal vez para que no se sacrifiquen tanto como él lo hizo en sus años ñoños, sugiere trabajar 11 horas diarias por tres días a la semana. Y agrega “se crean más empleos al crecer el turismo y comercio”.

Obviamente sus palabras provocaron una avalancha en las redes sociales. En solo una horas, las noticias publicadas en la páginas de Facebook tenía más de cien mil “si me gusta” y tenía millones de comentarios. 

Viéndolo por el lado amable, la idea nos es del todo mala, solo piense usted que la mitad de la población trabaje 11 horas, como él sugiere, de lunes a miércoles, y la otra mitad de jueves a sábado, por principio se acabarían las espantosas aglomeraciones trabajando todos de 9 a 5 como hasta ahora. Nosotros siempre hemos sugerido que debería aprobarse una ley que todo mundo viva a 15 minutos cuando mucho de su trabajo, intercambiando viviendas si fuera necesario. Eso sería otra fórmula para acabar con las aglomeraciones. Pero hasta ahora solo han sido puntadas de chivo loco. Pero si eso lo propusiera Carlos Slim, a lo mejor se llevaría a cabo.

Y sin otra cosa + que comentar, ya seguiremos... Corro... borando.

 

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