Editorial: Dos motivos para celebrar

Por estos días la comunidad mexicana tiene motivos de sobra para celebrar. Miles, millones de personas se reúnen con el objetivo de festejar el 2 de febrero el ‘Día de la Candelaria’, una celebración que gana fuerza más que todo entre las personas que profesan la religión católica.

El martes 5 se cumplen 102 años de que se publicara, de manera oficial, lo que se denomina ‘Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos’, claro, entonces no recogía las modificaciones agregadas posteriormente; días antes de la publicación -el 31 de enero de 1917- se había aprobado por los miembros del Congreso Constituyente. Se trata de dos fechas enraizadas en las tradiciones y la vida misma de los mexicanos.

Varios textos coinciden en resaltar que la celebración del 2 de febrero recuerda el pasaje recogido en la Biblia relacionado con la presentación del Niño Jesús en el templo de Jerusalén, y la purificación de la Virgen María.

La celebración, por supuesto, ha cambiado mucho, pero mantiene en muchos casos la solemnidad, en algunos lugares se llevan a efecto procesiones y se encienden velas. No faltan quienes esgrimen el pasaje -en Tenerife, España- de la Virgen que se le apareció, con su pequeño en brazos, a dos pastores.

La devoción se extendió luego a América, a países como Argentina, Brasil, Paraguay, y hoy es una fecha que se espera para celebrar también en Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, los Estados Unidos, Puerto Rico, Nicaragua, Panamá, Venezuela, y muchas otras naciones.

No puede obviarse que la celebración en Puno (Perú), alcanzó aun mayor relevancia cuando a fines del 2014 la UNESCO declaró la misma como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Se trata de una fecha en que millones de personas hacen valer su devoción.

Lo de la ‘Rosca de Reyes’ con el ‘famoso’ muñequito dentro, algo que forma parte de una tradición en México, vino después, y vale apuntar que también caló entre la gente, más que todo entre quienes no tienen que cocinar y llevar comida (tamales y atole) al trabajo para disfrutarlo junto a sus compañeros de labor. 

Incuestionablemente lo del 5 de febrero y la constitución (base de normativas y leyes) tiene carácter político, sin obviar por supuesto el aspecto social, pues rige los deberes y derechos de los ciudadanos, de ahí que se exija el apego a los lineamientos de la constitución, el respeto.

 Aunque es justo consignar que algunos acontecimientos en la vida de un pueblo, su historia y vicisitudes, dicten a las claras que en ocasiones es necesario introducir modificaciones, mas aun si éstas son sugeridas por voluntad popular y tienen como justa aspiración conducir a la paz y la tranquilidad entre la gente, a la tan ansiada convivencia.

 

La constitución, nadie lo dude, resulta una especie de ‘columna vertebral’ que rige la vida de la gente en cualquier país, y merece respeto, admiración.

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