Corroborando: La fuga de “El Chapo” y el Palacio de Lecumberri

Ya tenía preparado mi texto para esta semana, relativo al “Palacio Negro de Lecumberri”. Ahora Archivo General de la Nación, lo cual dejaremos para más abajo si tenemos lugar, pues resulta que la noticia del día la acaparó la nueva e increíble fuga del megafamoso capo de tutti capos “Chapo Joaquín Guzmán Loera”.

La fuga tuvo lugar nada menos que cuando el presidente Enrique Peña Nieto, con todo su gabinete y un montón de soldados de esos que llaman de “élite”, se encuentra en el meritito París, como invitado de honor del presidente de Francia, Hollande para presenciar el desfile del 14 de julio, aniversario de la Toma de la Bastilla, señalado como la más grande Fiesta con Desfile de Lujo y toda la cosa a través de los Campos Elíseos, desfile que deberían presenciar los dos presidentes, y pa’acabarla de amolar, Peña Nieto se llevó un contingente militar de lujo, que deberían marchar al parejo de las fuerzas francesas, cuando al inquieto “Chapo” Guzmán se le ocurrió fugarse de una de las cárceles de máxima seguridad con que cuenta el sufrido México, lo que naturalmente dio lugar a un día de campo para todos los moneros y enemigos políticos, que no son pocos, que ha logrado el presidente viajero, al que por principio ya se está llenando de arrugas y las canas empiezan a poblar sus sienes. 

No sabemos, pero suponemos que su bella “Gaviota” y Primera Dama mientras tanto se estará dando vuelos en las tiendas de París, pues a ella ni le va ni le viene que ocupe regularmente las portadas de la Revista “Hola”, la más chismosa de los medios que se ocupa únicamente de la “gente bonita”. Y mire que nuestra Primera Dama les da las buenas y las malas a toda la realeza que generalmente ocupa sus páginas. Sobra decir que el Secretario de Gobernación Osorio Chong, quien trabaja más que Eddie Escobedo en sus buenos tiempos, de volada fue enviado de regreso para que medio apague el fuego que se ve venir. 

Claro que cuando aparezcan estas líneas algo ya habrá pasado. O “El Chapo” es recapturado, o aparecerá por ahí en Las Vegas jugando bacará, disfrazado de chino. El tiempo lo dirá.

EL PALACIO NEGRO DE LECUMBERRI

Y ahora de lo que íbamos a escribir. Pues resulta que en nuestra juventud siempre tuvimos ganas de conocer la penitenciaría del DF, conocida también como el “Palacio Negro de Lecumberri”, por su puesto no como huésped, sino por su significado histórico, pues por ahí pasaron gente famosa, como el pintor David Alfaro Siqueiros, el asesinato de Francisco I. Madero, las víctimas del 68 y tantísimos más. 

Pues bien, la ocasión se presentó cuando un cuate llamado Oscar, del que no damos su apellido, pues todavía puede andar por ahí en Las Vegas, quien en una ocasión se dedicó a traer de los jugadores de cartera gorda al Hotel y Casino Circus-Circus, por allá por los 70´s, “junketeros” como los llamaban, pues bien, el de nombre Oscar, se hizo muy amigo de Eddie Escobedo y pues sobra decir que cada rato nos invitaba al Circus-Circus como sus huéspedes distinguidos, todo pagado. 

Pero resulta que el tal Oscar nos dijo un día que él pensaba abrir su propio casino, nada menos que en México, en el gobierno de López Portillo, pues uno de sus mejores amigos y clientes era un hijo del Secretario de Gobernación Moya Palencia, al que le decía “Moyita” y era su protector, sin embargo para esto le pidió a Escobedo que le firmara de aval porque se pensaba llevar un auto del año. Eddie tan buenazo como era, no dudó en firmarle, pero el tal Oscar nunca volvió y dejó a Escobedo con la deuda.

El segundo caso, trabajando yo con Miguel Alemán en el Continental Hilton, un día un gringo se apareció dando propinas de $100 pesos a la cigarrera, diciendo que venía en un taxi desde Acapulco, porque quería invertir en México. A los pocos días fue levantado del Hotel por agentes de la Procuraduría, suplicándonos lo sacáramos del bote, pues estaba cargado de dólares. Por esos días un tío mío era de la Procu, y acudimos a él, pero a este señor ya lo habían pasado a Lecumberri, lo que aprovechamos para conocer el famoso “Palacio Negro de Lecumberri” antes de que lo cerraran, pues ya se hablaba de eso. 

Sobra decir que no con pocos trabajos logramos entrar a esa famosa penitenciaría que yo más que todo, quería conocer. Una vez adentro, al primero que encontramos fue al famoso Oscar jugando tranquilamente póker con unos cuates, quien nos dijo muerto de risa que se le había pasado la mano y había limpiado en el juego al tal Moyita, y al otro día le habían caído los agentes y le habían cerrado su “casino”. 

Luego nos dedicamos a buscar al gringo, al que encontramos cómodamente instalado en una “suite” con todas las comodidades, tele y toda la cosa, y para esto nos paró en la puerta un compañero de escuela, quien se llamaba De la Graza y Garza, y era licenciado pero ahí dentro le llamaban De la tranza y Tranza y protegía reos con dinero, entre ellos el gringo. Él sin más nos dijo que no nos preocupáramos pues ya tenía todo “arreglado” con mi amigo el licenciado, decían las malas lenguas, que De la Garza estaba en la Peni, por encubrir a Olga Breeskin, cosa que nunca comprobamos, y así concluyó nuestra visita al tenebroso Palacio Negro de Lecumberri. Por cierto ahora convertido en flamante y lujoso Archivo General de la Nación, pues en cada ala de lo que fueron crujías, está archivada una parte de la historia de México.

MÁS ESTIÉRCOL PARA TRUMP

Y finalmente agárrese, pues Alicia Machado, ex Miss Mundo, y ahora actriz nacionalizada mexicana, está escribiendo un libro en el que pone por los suelos a Donald Trump. Recordemos que Alicia fue la primer mujer latina humillada por este patán, ya que en 1995 fue obligada por Trump a hacer ejercicios en público, tachándola de “gorda”. 

Así que Machado va contar en su libro todas las porquerías que hace este personaje con toda su gente. Seguro que el libro de Machado se va a vender como pan caliente. Como hemos dicho anteriormente, a nosotros nos consta que en Atlantic City, era el patrón más odiado, hasta que finalmente cerró su casino.

Y sin otra cosa, con “el Chapo” todavía a salto de mata, ya seguiremos... Corroborando.

 

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