Alguaciles de Arizona se han unido para responder a la llamada de auxilio del condado de Cochise, en la frontera del estado con México, que enfrenta una crisis de seguridad pública ante el constante tráfico de migrantes y de drogas por esa zona, dijo el alguacil del condado, Mark Dannels.
“Esto tiene que parar y vamos a detener a quienes quebranten nuestras leyes”, advirtió el funcionario republicano.
Aseguró que “todos los días” se producen persecuciones por las carreteras o crímenes relacionados con el tráfico de personas, lo que ha puesto en peligro la seguridad de residentes del condado y de sus agentes.
En casos separados, dos de sus alguaciles sufrieron heridas mientras intentaban detener a traficantes de migrantes que trataban de escapar a alta velocidad. “Uno de ellos aún se encuentra en el hospital, aprendiendo a caminar”, lamentó.
Para Dannels, la situación ha llegado a un punto insostenible. Según el alguacil, las 83 millas (133 kilómetros) de frontera que comparte el condado de Cochise con México se han convertido en una de las rutas preferidas de los Dannels y la Asociación de Alguaciles del Estado de Arizona anunciaron la operación “Seguridad en las Calles II”, cuyo objetivo es que agentes de otros condados ayuden en las operaciones de vigilancia a los 99 alguaciles de Cochise que trabajan en esta zona.
“Nuestros agentes recibirán el entrenamiento necesario para asistir en llamadas de emergencia debido a persecuciones relacionadas con tráfico humano”, dijo David Rhodes, alguacil del condado de Yavapai.
Yavapai está a más de 250 millas al norte de la frontera, y Rhodes dijo estar interesado en poner un alto a la problemática antes de que llegue a su comunidad.
Los alguaciles trabajan con la Legislatura y la oficina de la gobernadora de Arizona, la demócrata Katie Hobbs, para obtener más fondos para los departamentos de policía. Tucson (EFE)
