Doctor Diego Mauricio Benítez... La marcada vocación de servir y tender las manos

Por Roberto PELÁEZ

Callado, con la emoción por dentro, el Dr. Diego Mauricio Benítez corresponde a la invitación del Club de Ecuatorianos asentados en Las Vegas. No es la primera vez que visita esta ciudad, siempre se lleva la misma impresión: sus connacionales hacen mucho por dar a conocer, promover y cuidar la cultura de aquel país. Él los aplaude.

“Considero que todos los reconocimientos vienen del cielo, de nuestro Señor, dice en voz baja, sin Él no podemos materializar nuestras aspiraciones, ayudar a tantas personas”.

En julio de 1988 Benítez, licenciado en economía, con dos maestrías en administración de empresas, comienza a hacer realidad sus propósitos y ansias de tender la mano a los más necesitados... nace Fundación Vista para todos, que recientemente cumplió 35 años.

“Hemos entregado 68 mil sillas de ruedas, que no es una cifra significativa en comparación con las 500 mil que se necesitan en Ecuador para resolver el problema de la movilidad, sin embargo es una ayuda... sólo el pasado 2 de julio entregamos 704; a ello se unen 104 mil audífonos a personas que afrontan problemas auditivos, llegamos a las 21 provincias del país, y lo que es mejor, contamos con una sucursal de Fundación en cada provincia”, argumenta sin poder ocultar el sano orgullo que lo embarga.

Sale a relucir que hace 35 años iniciaron con nueve personas “hoy somos 347, de ellos 120 médicos, enfatiza, cada persona a la que ayudamos nos motiva a seguir adelante, nos impresiona ver la cara de los pacientes cuando recibe una silla, un audífono, es sometido a una operación y recupera la vista... hemos propiciado que se realicen 17 mil 800 operaciones de cataratas, es grandioso hacer por los demás, a ello se une la entrega de más de un millón de lentes”, subraya.

“Dentro de pocos meses, si Dios lo permite, haremos realidad otro de nuestros sueños, largamente acariciado, vamos a poder contar en Quito con una clínica oftalmológica, hay un hospital, pero esta clínica será de una ayuda tremenda en el cuidado de los ojos de los niños, algo hermoso y tremendamente humano”, resalta.

El visitante recibió una placa y una medalla otorgadas por la directiva del mencionado Club “este gesto, apunta, lo agradezco mucho y me compromete a dar lo mejor, ayudar lo más posible a quienes tienen menos”, concluye.

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