Por Nuestros SERVICIOS
Millones de personas disfrutaron del Super Bowl el pasado domingo 11, por un lado el aspecto deportivo -sin dudas un partido tremendo, peleado por ambos contendientes-, por otro la derrama económica que siempre viene bien.
Claro, algunos siempre ponen la nota fea. ¿De qué vale platicar, escribir sobre accidentes de tránsito, personas fallecidas, lesionadas, pérdidas materiales? No faltan quienes hacen caso omiso. Entonces las autoridades deben desempeñar su rol.
Tal como se esperaba se materializó un operativo vehicular, denominado ‘DUI Blitz’, y según información del Departamento de la Policía Metropolitana, se realizaron 250 paradas. ¿Saldo? 39 arrestos por conducción bajo los efectos de sustancias prohibidas (conocidas por las siglas DUI). Un total de 92 de esas paradas concluyeron con citaciones.
Loable la labor de los oficiales de patrulla del Comando del Área Noreste del LVMPD y del Comando del Área Sudeste, junto a los exponentes de Patrulla de Seguridad del Tránsito.
El exceso de velocidad y conducir bajo los efectos de sustancias fueron dos de las violaciones más frecuentes en el 2023, un año que dejó el triste saldo de muchas personas fallecidas, en algunos casos familias enteras, además de una cantidad significativa de accidentes vehiculares, y el hecho de que también perdieron la vida un considerable número de peatones.
Se tienen bien definidas cuáles son las violaciones más frecuentes, se efectúan operativos cuya prioridad es ser aleccionadores, salirle al paso a los violadores, a esos que consumen sustancias y conducen, no quitan el pie del acelerador, no respetan el derecho de vía ni las señales pertinentes.
Es importante reconocer que las señales de tránsito están, existen, por encima de todo para salvar vidas.
Oficiales de tránsito acuden a múltiples eventos comunitarios, platican con la gente, entregan folletos, contribuyen a la TAN NECESARIA educación vial, pero, sin pecar de pesimista, poco se puede conseguir si no predomina la responsabilidad y la toma de conciencia, el ser respetuoso con los otros conductores, con los peatones, y por supuesto, con las referidas señales, si no se aminora la velocidad. Es mejor perder un minuto en la vida que la vida en un minuto.
