Hay talento en la comunidad para presumir... ¡y aplaudir!

Por Roberto PELÁEZ

El pasado 22 de noviembre se celebró el ‘Día Internacional de la Música’, admito que lo tenía presente (incluso felicité a algunos músicos residentes en el valle), sin embargo por la vorágine propia de la vida y otras circunstancias, se me ‘escapó’ la posibilidad de escribir sobre el talento en casa. Pero reza un viejo proverbio que ‘Nunca es tarde.

Y es que en nuestra comunidad hay excelentes músicos, esos que muchas veces a fuerza de verlos, disfrutarlos, aplaudirlos, a veces pasamos por alto el reconocerlos. Su valía no puede pasar inadvertida.

Hace varios años tuve la suerte de entrevistar a un niño (violinista de innegable talento) llamado Deni Morales, pasó el tiempo y hace poco pude volver a verlo, formaba parte de un grupo de músicos sobresalientes, acompañaba a... Luis Miguel. Felicitaciones. Luego supe que su disco ‘Eternamente enamorado’ había sido nominado al Grammy. Casi nada.

Contamos con agrupaciones de mariachis que tienen en sus palmarés excelentes resultados a instancia nacional. Es digno de reconocer y presumir.

Están también figuras relevantes como el arpista de talla internacional Mariano González (de Paraguay) quien ha paseado su clase magistral por medio mundo, el carismático Fermín Ramírez y el versátil Flavio Martínez (México), los cubanos ‘Chiqui’ García, Puro Vicente Hernández, Frank González, entre muchos otros entre los que aparecen los trovadores Nelson Terán, Tony Germán y Eugenio Torres. 

Todos ellos -y los que faltan- con sobresaliente desempeño, que han acompañado (y pulido) su innegable talento con interminables horas de estudios y ensayos. Bravo por su entrega y constancia, por su dedicación a la música.

Párrafo aparte para la violinista Carolyn Salvador, que se distingue aquí, allá y aún más lejos. Nunca olvidaré su manera de tocar durante la presentación de mi libro Gentes Volumen I. 

Cuando aceptó y tocó junto a Mariano en la presentación de Gentes Volumen II... era otra artista, fruto de una entrega sin límite, del acucioso estudio y el aliento de sus padres y maestros. Los aplausos aún resuenan en mis oídos.

Carolyn se ha presentado en un número considerable de actividades, en todas partes conquista aplausos (más que merecidos) y se gana el corazón de quienes la escuchan. A todos GRACIAS.

 

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