Ejercicios y correcta hidratación... Fórmula para la buena salud de los senos

Los senos son, sin dudas, una parte del cuerpo de la mujer en extremo importante, resultan fuente de alimentación y nutrición para los hijos durante lo que se denomina lactancia materna. 

Además de tener una función alimenticia, los senos tienen también funciones estéticas y sexuales, ellos son uno de los atributos más atractivos del cuerpo femenino. 

Vale apuntar que la piel del escote es una de las zonas más delicadas y que, por tanto, exige  mayores cuidados y atenciones. Esto se debe -conviene tenerlo en cuenta- a que los senos no poseen ningún músculo que los sostenga, no están sujetos al tórax, ellos permanecen en suspensión, mantenidos sólo por la envoltura cutánea, que va desde el mentón hasta la base del pecho. 

Con el paso de los años, este sostén natural tiende a caer por la atracción de la gravedad. Mantenerlo firme requiere mucha dedicación en dos frentes: ejercicio e hidratación. La adolescencia se considera el momento más adecuado para iniciar el cuidado de los pechos.

En el momento del nacimiento, sólo están formados los conductos principales, permaneciendo las glándulas mamarias sin desarrollarse hasta la pubertad. 

Al llegar la pubertad, la mama crece y se desarrolla paralelamente a los demás cambios propios en esta etapa de la vida. El desarrollo ocurre por efecto de las hormonas estrógenos y progesterona secretadas en el ovario.

Para mantener firmes los senos se recomienda, entre otros, usar una crema reafirmante, realizar ejercicios para los pectorales, emplear un sostén modelador, tratamientos estéticos, además de hidratarse de manera correcta.

 

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