Llega mayo, mes de las flores... ¿Eres una madre o el mundo entero?

Por Roberto PELÁEZ

La madre, esté lejos o cerca, es el sostén de nuestras vidas

                                   José Martí

 

Sin dudas el Día de las Madres es la jornada perfecta para disfrutar de la compañía de una de las mujeres más importantes de nuestra vida. 

Además de ofrecernos su amor en todas las etapas –desde la niñez hasta la llamada tercera edad–, las madres nos brindan consejos que muchas veces nos ayudan, nos sacado de aprietos.

En algunos países el 10, en otros el segundo domingo de mayo, lo importante es demostrarles cuánto las queremos, lo agradecidos que estamos por todos sus cuidados, y darle todo nuestro cariño, consideración. Un beso y un abrazo cobran entonces importancia, una connotación singular.

No importa si eres pobre, ten la certeza de que si tienes madre eres rico. En ningún idioma se puede expresar en toda su magnitud el inmenso amor de las madres, el poder, su entrega y dedicación, de lo qué es capaz por sus hijos. 

Las madres son personas especiales, por eso, decirle que la quieres, hacerle ver lo mucho que te importa, es lo mejor que puedes hacer por ella, más aún en los próximos días.

En una tarjeta, en un mensaje, una carta, los hijos acuden a las hermosas y sentidas frases dedicadas a las madres. 

Por eso no es extraño leer: “mi madre es mi roca, por mucho tiempo la vi superar lo insuperable”. ¡Cuánto orgullo encierran estas palabras! Gracias por ser mi apoyo en todo momento. No todos los superhéroes llevan capa, ¡tú no la necesitas!

Por llevar un corazón tan grande en un cuerpo tan pequeño. ¡Feliz día de la madre! Quien dijo que el amor es ciego sabe que me amas aun cuando ni siquiera me habías visto. Cómo agradecerte. Tienes la infinita capacidad de multiplicarte, de dar tanto amor a cada uno de tus hijos, sin miramientos, te creces incluso cuando alguno de ellos está enfermo. Aún guardas dentro de ti para repartir también entre los nietos.

Y es que cada mayo, los hijos ‘rebuscan’ el mejor regalo para sus progenitoras, en jornadas que por lo general comienzan con una llamada desde bien temprano y aparecerse en casa con un ramo de flores. ¡Ellas se lo merecen! Todo el año. Entonces no se vale escatimar. 

“Te debo tanto y me pides tan poco… que no sé cómo voy a poder devolverte ni la mitad del amor que me regalaste a diario. Gracias, mamá. ¡Por todo! ¡Muchas felicidades!

En el plano personal, lamentablemente -es muy triste- no la tengo físicamente, me falta desde agosto del 2020, sin embargo la siento a mi lado a cada paso, cuidándome, a ratos hablando, riendo. 

Su ausencia no me impide escribir: aprovecho tu día para decirte cuánto te quiero y agradezco, lo importante que fuiste -y eres- en mi vida. Donde estés... FELICIDADES.

Solo quiero que sepas lo especial y afortunado que fui al tener una madre tan amorosa, cariñosa y maravillosa como tú.

Por ser la historia de amor más bonita que tengo y tendré. ¡Te quiero!

 

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