El juicio por fraude contra Donald Trump entró en cuestiones más detalladas de contabilidad, y destacó el testimonio de un excontable que trabajaba para la Organización Trump, quien afirmó que le ocultaban documentos relevantes para elaborar sus declaraciones financieras.
Donald Bender, contable de la firma Mazars, contratada por la Organización Trump y el propio expresidente, testificó antes contra la empresa por evasión fiscal en Manhattan.
El expresidente Trump, que se presentó sin ser requerido en el tribunal se sentó en la mesa de la defensa junto a su abogado Christopher Kise, haciendo comentarios en voz baja y en ocasiones negando con la cabeza para sus adentros.
El juicio por fraude contra Trump, sus dos hijos mayores, su empresa y dos socios, en el que se dirimen seis cargos relacionados con ilegalidades y que durará unos tres meses.
Un momento clave fue cuando Bender admitió ante el fiscal Kevin Wallace que la Organización Trump no le entregó “todos los documentos necesarios para compilar” la información financiera anual de la empresa, concretamente “tasaciones” inmobiliarias.
Eso contradice los compromisos que figuraban en un documento firmado por el jefe financiero, Allen Weisselberg, y el vicepresidente, Donald Trump Jr. -administradores del fideicomiso de Trump en su etapa presidencial.
Bender indicó que como contable para la empresa -entre 2009 y 2018- elaboraba las declaraciones de condición financiera usando las cifras que le daban en la empresa, y el fiscal presentó una valoración de la Torre Trump en 631 millones de dólares hecha de manera interna.
“¿Usó Mazars algún procedimiento para comprobar si esos 631 millones eran correctos?”, insistió el fiscal, ante lo que el testigo reconoció que no.
El interrogatorio se centró en el contenido de documentos y hojas de cálculo, pero fue interrumpido por objeciones de la defensa, que el juez rechazó, en torno al estatuto de limitaciones de los cargos que se imputan y la validez de las pruebas utilizadas por la Fiscalía.
Trump salió de la sala pensando que el “80%” del caso podía desestimarse por referirse a hechos anteriores a 2014, pero el juez Arthur Engoron le dijo al expresidente que estaba equivocado.
El interrogatorio a Bender por parte de la Fiscalía concluyó cerca del mediodía, tras lo que el juez ordenó una pausa para comer antes de dar su turno a la defensa de Trump para interrogar al testigo.
Trump arremetió contra el caso, la fiscal y el juez Engoron, a quien atacó en un correo, en el que acusa al veterano de ser donante del Partido Demócrata.
También publicó en su red Truth Social un mensaje, borrado después, en el que vinculaba sentimentalmente a la secretaria de Engoron (dio su nombre) con un senador demócrata y la acusaba de emprender una persecución política contra él. Nueva York (EFE)
