Editorial: El turismo... para estar en contacto con él

El turismo es una industria de futuro que no teme a los cambios
                          Michelle Bachelet

El pasado miércoles 27 se celebró el ‘Día Mundial del Turismo’, sin dudas una de las industrias más importantes para el ser humano, a tal punto que según los expertos da empleo a una de cada 10 personas.
Las Vegas, conocida por ‘la capital mundial del entretenimiento’, o ‘la ciudad que no duerme’, descansa en gran medida en el turismo, por eso se esgrimen datos que rubrican la visita entre 40 y 42 millones de personas en calidad de visitantes cada año.
Para que una ciudad se mantenga entre las preferidas, esa a quienes las personas que deciden viajar tienen siempre en agenda, prestas a visitarla en cualquier momento, es menester invertir, renovarse, dicho de otra manera ‘es válido trabajar, no mostrar siempre los mismos atractivos’. Y en eso incuestionablemente la ciudad de Las Vegas es un magnífico ejemplo.
El ‘Día Mundial del Turismo’ fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1979 y se celebra desde 1980. Se trata de una actividad inherente al ser humano, si bien es cierto se vio afectada por el Covid 19 también lo es que después que se levantaron las restricciones de viaje el turismo se ha recuperado, sin dudas los consumidores resultan un motor de fuerza colosal para la recuperación.
Las Vegas se distingue por inmensos y lujosos hoteles, grandes casinos, pero no sólo son esas las atracciones, algunos prefieren ir a conocer la presa Hoover, vuelo en helicóptero, visitar y tomar fotos en el Gran Cañon, recorrido nocturno en autobús, conducir vehículos todoterreno por el desierto, ir a museos, al acuario, o sea, que son muchas las opciones. El turismo en Las Vegas es una colosal fuente de empleo, a tal punto que aglutina a miles de trabajadores.
Aparte de conocer, visitar, tomar fotos, video, compartir, hacer amigos, es importante ver el turismo como un renglón relevante, y dentro de él ocupa un lugar prominente el cuidado social, el hecho mismo de aprovechar todo lo que se ofrece para adentrarse en otras culturas, comprender qué es el valor social, apreciar las costumbres y tradiciones, proteger la flora y la fauna... con todo ello de una manera u otra tiene que ver el turismo.
Es incuestionable que el turismo permite conocer otras realidades, valorarlas, el visitante (s) hace suya las atracciones por un tiempo, pregunta, conoce, disfruta, sin perder de vista que es menester cuidar para el disfrute de otros.
Resulta innegable que el turismo es también una especie de escuela, las personas vinculadas a él, en calidad de empleados, aprenden múltiples habilidades, a la vez que hacen suyas varias responsabilidades, favorecen el autoestima.
Apoyados en la tecnología, se apropian de conocimientos que les permiten valorar y ver el turismo con entusiasmo, más aún, como una industria que tiene mucho que ofrecer hoy y mañana, por eso no sorprende que tenga los ojos puestos en el futuro con un marcado optimismo. El turismo espera con los brazos abiertos.

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