Editorial: Nevada... un cumpleaños para festejar

Se dice fácil, sin embargo han quedado atrás 158 años. Refiere la historia que el entonces presidente Abraham Lincoln requería el apoyo de Nevada en el Congreso, apeló a la opción de presionar para que el territorio fuera admitido en la Unión.

En 1864 Nevada se convirtió en el trigésimo sexto estado. El 31 de octubre de aquel año devino desde entonces en una fecha histórica para el estado y los residentes en él.

Un total de 158 años cumple el territorio que acoge por esta fecha a poco más de tres millones de personas; el territorio se caracteriza por grandes extensiones de desierto, hoteles y casinos impresionantes, además de ser un lugar propicio para las aventuras, más que todo por la hermosura de sus paisajes.

Con alrededor de 286 mil kilómetros cuadros, clasifica Nevada como el séptimo estado más extenso, lo superan en extensión: Alaska, Texas, California, Montana, Nuevo México y Arizona.  

Al referirse a Nevada no es extraño que cualquier persona mencione minas de oro y plata; lugares que se han visto reflejados en más de una película; esa extraordinaria obra de ingeniería que es la presa Hoover Dam; el lago Tahoe; el parque Valley of Fire; Red Rock Canyon; Reno; Carson City; las siempre interesantes reservas de los indios, entre tantos lugares, y por supuesto la siempre atractiva ciudad de Las Vegas, considerada la ‘capital mundial del entretenimiento’.

Resulta conveniente destacar que a lo largo de poco más de siglo y medio figuras de renombre mundial, de diferentes esferas, -muchas de ellas de habla hispana- han visitado la atractiva ciudad de Las Vegas.

Aquí tienen lugar o se organizan convenciones, disímiles conciertos, festivales del libro; el estado y Las Vegas literalmente experimentan de primera mano una agitada vida cultural. 

Pese a todo lo hermoso del estado, no faltan quienes aseguran que lo mejor de Nevada es su gente, su disciplina y solidaridad, la generosidad... 

Como nada es perfecto no faltan quienes esgrimen que hay ‘ovejas negras’, esas personas que violan, tienen adicciones, conducen de manera irresponsable, hablan en voz alta incluso dentro de un retaurante.  Un viejo proverbio deja sentado que ‘hay de todo en la viña del señor’. 

No se puede hablar de Nevada sin mencionar a la comunidad hispana, a hombres y mujeres laboriosos, a la cantidad de estudiantes que se gradúa cada año de la preparatoria y emprende estudios universitarios.

La mayoría de los hispanos trabaja en el sector de los servicios (hoteles y casinos), en la construcción, los hay emprendedores, dueños de pequeños negocios tratando de salir adelante, defensores del medio ambiente, quienes atienden la jardinería, remodelan viviendas, periodistas... 

En Las Vegas poco a poco aumenta la cantidad de personas de origen hispano que escriben poemas, cuentos, novelas, gente con talento; un conteo ‘por encima’ indica que más de una ¡veintena! ha publicado libros, incluso más de uno. 

El estado encara unas alecciones que se antojan en extremo reñidas. Esperemos. Muchas felicidades a los nevadenses.    

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