Editorial: Para venerar y recordar a los héroes

“Sin importar el tamaño de la ciudad o pueblo en donde nacen los hombres o las mujeres, ellos son finalmente del tamaño de su obra, del tamaño de su voluntad de engrandecer y enriquecer a sus hermanos”, afirmó el héroe mexicano Ignacio Allende.

Indudablemente se puede decir más alto, pero no más claro, y la frase viene a colación por el aniversario 211 de la independencia del vecino país, el hermoso México del que millones de personas viven orgullosos. El 16 de septiembre es una fecha para guardar en la historia, entró a ella con letras mayúsculas.

Sin dudas la historia, todo el acontecer por la independencia está llena de grandes episodios que se iniciaron en la ciudad de Dolores, Guanajuato, cuando Don Miguel Hidalgo y Costilla hizo tañer las campañas para llamar al movimiento que convertiría a México en una nación libre e independiente. 

Además de Hidalgo, participaron en este largo e incuestionablemente doloroso proceso, innumerables mujeres y hombres como Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, Ignacio Allende, José María Morelos y Pavón, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero. 

Las palabras de Allende reflejan a la gran comunidad mexicana en el estado de Nevada: sus mujeres y hombres nacieron en diversas regiones de aquel país, ahora apoyados en el esfuerzo y la dedicación, crean su obra, su propio presente y futuro para ellos y sus familias, convencidos de que a los héroes se honra con acciones. Hacer es la mejor manera de decir. 

Precisamente el mejor homenaje a quienes se levantaron junto al Cura Hidalgo es el esfuerzo diario, la postura vertical de cada uno de los hijos de México, su marcado empeño por salir adelante, distinguirse en el trabajo, la educación de los hijos, la entrega. El ejemplo de lso héroes los incita a crecerse.

Además, con su trabajo y aportación económica, contribuyen diariamente a engrandecer su entorno, al país que los ha acogido y también -por qué no- a su país de origen: México. 

La laboriosidad de los mexicanos asentados en Nevada es de sobra conocida, los herederos de quienes le dieron patria no cejan en el empeño de ver crecer a sus hijos como personas de bien; los michoacanos, los jaliscienses, los poblanos, los hidalguenses, los duranguenses, los de Guerrero, Ciudad de México, Chihuahua, Zacatecas, Pátzcuaro, Colima, Guanajuato, Tamaulipas, Yucatán, Sonora, Nayarit, Morelos, Sinaloa... pueden estar orgullosos de su obra, del homenaje que con su labor diaria rinden a los héroes. ¡Ese es el mejor homenaje!

También, es justo decirlo, los mexicanos se unen a los diferentes grupos comunitarios del valle en múltiples actividades, para hacer valer aquello que dijo el poeta cubano José Martí: “Es la hora de los hornos y hemos de andar en cuadro apretado...”.

 

Trabajadores, orgullosos de lo suyo, los mexicanos deben hacer valer sus triunfos y fortalezas. Es la mejor manera de venerar, respetar y recordar a los héroes. Urge sobresalir en cada puesto.

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