El periodismo es el mejor oficio del mundo
Gabriel García Márquez
Con este viernes 8 llega una fecha que une a personas de diferentes latitudes. Se celebra el ‘Día Internacional del Periodista’. Una jornada que NO DEBE pasar inadvertida. La efemérides se festeja desde 1943. Hace 80 años.
Aparte de la frase que sirve de exergo a este editorial, el propio García Márquez precisó: “La misma práctica del oficio impone la necesidad de formarse una base cultural, y el mismo ambiente de trabajo se encarga de fomentarla. La lectura era (es) una adicción laboral.
Hace referencia incuestionablemente a la formación integral, apropiarse de herramientas fundamentales, entonces...
Se impone LEER y ESCRIBIR mucho. No por gusto José Martí afirmó: “El periodista debe saber desde la nube hasta el microbio”.
En prensa escrita hay tres momentos de importancia capital: reportar, seleccionar y escribir. A veces se consigue mucho material (queda bastante guardado en agenda) si se sabe con meridiana claridad de lo que se va a contar, si hay una mirada clara, objetiva, entonces esa mirada sin dudas atrae como un imán lo útil, y separa lo que no es necesario a la hora de redactar.
A medida que se avanza en el ‘arte’ de dar cobertura, de escribir, escribir y escribir, el periodista afina la mirada. La mirada es muy importante a la hora de reportar o dar cobertura, muchas veces hace falta una mirada aguzada, esa que detecta los detalles que para otros pasan inadvertidos. Se necesita una mirada más trabajada, con ‘muchas horas de vuelo’.
Por otro lado es indispensable tener control en lo concerniente el lenguaje, es preciso escribir bien, con elegancia y sencillez, de manera que todos puedan entender. ¡La única forma de lograrlo es leer mucho! En la sempiterna porfía por el espacio, el periodista está llamado a aprender de economía de recursos, en tal sentido la poesía puede ser una escuela. Se debe adiestrar el oído y la memoria.
Hay un tema fundamental en periodismo -sobre todo en el escrito-, y es el ESTILO. En tal sentido un ejercicio que rinde buenos dividendos es escribir sin firmar el texto para que el lector ‘adivine’ o detecte quién lo escribió. Sencillamente cuando ‘una voz o texto’ es reconocible, enseguida salta a la vista. Es difícil.
Y qué decir del periodista ‘todo terreno’, capaz de escribir de disímiles temas con decoro, o sea, con respeto por todos, alejado de vulgaridades y groserías, apegado a las reglas ortográficas, redactar un texto sobre política, cultura, deportes...
La fecha en cuestión -8 de septiembre- rinde homenaje al periodista Julius Fucik, autor de ‘Reportaje al pie de la horca’. Escribió una frase trascendental: “Que la tristeza jamás vaya unida a nuestro nombre”. Fue torturado y ahorcado por las tropas nazis.
Llegue en esta jornada tan significativa (en nombre de los dueños del semanario El Mundo y su equipo de trabajo), la felicitación a quienes tienen la noble misión de ejercer el periodismo. GRACIAS.
