Putin admite que el antagonismo con Occidente no responde a sus intereses

El presidente ruso, Vladímir Putin, admitió este lunes que el actual antagonismo con Occidente no responde a los intereses de ninguna de las partes, al recibir las cartas credenciales de una veintena de embajadores, incluidos varios diplomáticos occidentales.

“La actual congelación de las relaciones con Rusia, por cierto, no por iniciativa nuestra, no es rentable. No es rentable ni para ustedes ni para nosotros. Pero, en primer lugar, bajo mi punto de vista, para Alemania”, dijo Putin durante la ceremonia celebrada en la Sala de Alejandro del Gran Palacio del Kremlin.

Dirigiéndose al embajador alemán, aseguró que Moscú y Berlín siempre cooperaron estrechamente en el ámbito energético, ya que la URSS y Rusia suministraron durante décadas a Alemania gas y petróleo a “precios asequibles”.

“La cooperación, en el sentido más literal de la palabra, fue torpedeada, entre otras cosas, por el sabotaje de los (gasoductos) Nord Stream”, dijo, en alusión a las explosiones submarinas ocurridas en aguas del mar Báltico durante la segunda mitad de 2022.

Putin, que trabajó como oficial del KGB en Alemania Oriental antes de la caída de la URSS, lamentó que el estancamiento de las relaciones afecte también a los contactos culturales, científicos y humanitarios.

“Tales relaciones son importantes no sólo para ambos países, sino también para toda Europa”, dijo.

En relación al Reino Unido, recordó que hace unos días se celebraron los 80 años de la conferencia de Teherán (1943), donde se pusieron las bases “del sistema contemporáneo de relaciones internacionales”.

Recordó que Moscú y Londres, cuyas relaciones se deterioraron varios años antes del comienzo de la guerra en Ucrania, mantuvieron en el pasado una relaciones que partían de la responsabilidad de ambos países como miembros permanentes del Consejo de Seguridad para mantener la paz, estabilidad y seguridad en el mundo.

“El actual estado de las cosas en el diálogo con Londres es conocido por todos. Esperemos que la situación cambie para mejor en interés de ambos países y pueblos”, señaló.

Putin también lamentó que en las relaciones con su “vecino del Báltico”, Suecia, “carezcan completamente de contactos políticos”, a lo que hay que sumar la suspensión de la cooperación comercial, cultural y humanitaria.

“Claro está que cada país decide por sí mismo la mejor forma de garantizar su seguridad. Pero la renuncia de Estocolmo a la política que defendió durante 200 años de no participar en bloques militares no puede no despertar dudas”, afirmó, refiriéndose a los planes suecos de ingresar en la OTAN, algo que ya hizo su vecina Finlandia, que comparte 1.340 kilómetros de frontera con Rusia.

Se mostró convencido de que la política de neutralidad trajo a Suecia “indiscutibles dividendos” y jugó un “importante papel” a la hora de forjar una atmósfera de seguridad y estabilidad en el norte de Europa.

Las actuales relaciones “no responden a los auténticos intereses ni de nuestros países, ni de la región, ni de Europa, en su conjunto”, concluyó.

El jefe del Kremlin también se mostró preocupado por el agravamiento de las relaciones con Grecia, aunque expresó su confianza en que los tradicionales lazos culturales, religiosos y de amistad entre Moscú y Atenas hagan que éstas vuelvan a ser “mutuamente beneficiosas”.Moscú (EFE)

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