Bajo el ring con la medallista olímpica Yarisel Ramírez

Por Roberto PELÁEZ

Aunque ha tomado parte en Campeonatos Mundiales y Juegos Panamericanos, los ojos de la boxeadora Yarisel Ramírez adquieren un brillo especial. “Competir en los Juegos Olímpicos es lo máximo, una experiencia única, remarca, es algo que no se olvida, no por gusto el título olímpico no se pierde nunca.

“Dicen que soñar no cuesta nada, apunta, pues intervenir en unos Juegos Olímpicos es difícil hasta soñarlo, ahí se ven las caras los mejores deportistas del mundo luego de cuatro años de intensa preparación... todos están en buena forma, se han reservado para esa competencia, es un honor”, destaca.

Con sólo 21 años en su carrera deportiva sobresalen actuaciones en el Campeonato Mundial (2015) en Taipei, luego en los Panamericanos de Lima (2019), múltiples torneos nacionales, y con la madurez que la caracteriza señala: “quiero disfrutar el momento, más tarde voy a decidir si me preparo para estar en la cita de París (2024), paso al profesionalismo o me dedico a los estudios... es una decisión trascendental, ver que es lo mejor para mi, y eso debo hacerlo con la ‘cabeza fría’.

“Para los Juegos en Tokio mi gran rival fue el peso, cuando me comunican que estoy entre las peleadoras que pueden representar a Estados Unidos en los 57 kilos, estoy por encima de ese peso, entonces con la ayuda de mi papá tengo que hacer ajustes en el entrenamiento, en la alimentación, para llegar a esa división.

“Quizás a alguien le parezca fácil, pero bajar muchos kilos debilita, y encima esta el estrés de si puedes hacer el peso o no, son aspectos importantes en la vida de un deportista de alto rendimiento, sobre todo si tiene la vista puesta en una competencia de envergadura como son los Juegos Olímpicos”, explica.

Acerca de la posibilidad de desfilar con la delegación de los Estados Unidos en la inauguración de la cita estival, subraya: “tuve esa opción, es emocionante estar junto a tantas estrellas, figuras de nivel mundial en cada uno de sus deportes, pero estaba lo del peso, el hecho de que peleaba al otro día, y desfilar significaba muchas horas de pie, preferí estar concentrada.

“Sobre el pleito, comenta, perdí el primer asalto, levanté mucho en el segundo al punto de ganarlo, y en el tercero considero tiré más golpes, hice más por el triunfo, sin embargo los jueces no lo vieron así... personalmente creo que el arbitraje en boxeo estuvo por debajo, incluso algunos árbitros fueron separados, es injusto echar por tierra el esfuerzo de los atletas”, sostiene.

 

Habla de su hermano Rafaelito, “va a ser una estrella, es disciplinado, ama el boxeo, pega fuerte, tiene todo para imponerse... él me inspira”, destaca.

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