Y Cuba dio la pelea en Santiago, pero sin opción de combate en las categorías menores, perdió el primer lugar del judo panamericano que había alcanzado en Lima 2019. Brasil, gracias a un equipo más completo, retomó en la capital chilena el liderato que había alcanzado en Toronto 2015.
El gigante suramericano se llevó siete oros en la disciplina, uno más que Cuba, que se colgó el sexto al superar a Brasil en el mixto por equipos disputado en el tatami del Centro de Deportes de Contacto, en la capital chilena.
EL duelo entre las dos eternas potencias del judo en Santiago fue, como se había previsto, una pelea como la de David contra Goliat.
Ambas mostraron su potencial pero las condiciones fueron diferentes para Brasil, que llegó con un equipo sólido en las modalidades masculina y femenina.
Cuba, en cambio, lo hizo debilitada por la fuga de varias judocas que habrían dejado huella en los continentales de 2023, pero que optaron por unas mejores condiciones económicas que no tienen en la isla por la crisis actual.
Las categorías menores marcaron la diferencia
Si Cuba hubiera llegado a la capital chilena con participantes para todas sus categorías, posiblemente habría salido vencedora y con holgura, pero faltaron competidores para las menores.
Fue por eso que la bandera de la mayor de las antillanas apenas se vio en la primera jornada de combates, gracias a Orlando Polanco, que logró colgarse uno de los bronces, en los hasta 66 kilos.
Y es que Cuba ese día no pudo ni siquiera intentarlo en las más bajas categorías femeninas, en las que brillaron con oros la brasileñas Rafaela Silva (+57 kilos), Larissa Pimenta (+52) y Alexia Nascimiento (+48).
Tampoco pudo hacerlo en los hasta 60 kilos masculino en la que la dorada fue para Michael Augusto, otro miembro del conjunto ‘verdeamarelo’.
Esos cuatro oros marcaron la diferencia en los Panamericanos de Santiago 2023.
Cuba empezó a sumar doradas en la segunda jornada de combates, cuando se llevó dos oros tras imponerse en las modalidades de -63 y -70 kilos.
Ese día el gigante suramericano brilló con otras dos doradas en las categorías masculinas de -73 y -81 kilos.
Ya en el tercer día de competiciones en el tatami Cuba se alzó con tres máximas más: dos oros en las categorías masculinas de -90 kilos y + 100 kilos alcanzados por Iván Silva y Andy Granda, respectivamente, y el de Idalys Ortiz, leyenda del judo femenino mundial y quien corroboró por cuarta vez su supremacía en el continente americano en la modalidad de más de 78 kilos.
Las sorpresas
EL venezolano Willis Alberto García, que se colgó el oro en los -66 kilos tras superar en 40 segundos por ippon al canadiense Julien Frascadore, fue una de las sorpresas del torneo.
García ya se había impuesto en las eliminatorias a reconocidas figuras del judo en la categoría, como el cubano Orlando Polanco y el brasileño William Lima.
Fue el único oro de un país latinoamericano diferente a Cuba y Brasil, y que también se colgó un bronce, con Elvismar Rodríguez (-70), que no logró el oro obtenido en Lima 2019, cuando Venezuela también se colgó dos platas, para un total de cuatro medallas, dos más que en Santiago.
Canadá mejoró el medallero pues se llevó en la capital chilena una dorada en los hasta 100 kilos, presea que no vio en ninguna categoría en Lima, donde solo obtuvo un bronce.
En Santiago sumó además dos platas y dos bronces, para un total de cinco medallas
Colombia, aunque no alcanzó el máximo del podio en ninguna categoría, estuvo cerca y sorprendió con un mejor desempeño frente Lima a 2019.
Los cafeteros alcanzaron cinco medallas -tres más que en las pasadas continentales- entre las cuales, dos platas.
Igual se vio con México que logró dos platas y tres bronces, tres medallas más que en Lima donde solo alcanzaron una plata y un bronce.
Chile, el país anfitrión, sumó tres platas, pero no logró el oro de Lima donde también alcanzó un bronce.
Y República Dominicana, que cuatro años atrás se alzó con tres oros, una plata y un bronce, esta vez se llevó seis bronces. Chile (EFE)
