El boxeador local Donk Rafael Ramírez agrega otro título a su colección

Por Roberto PELÁEZ

Tres victorias convincentes en igual número de presentaciones reportaron al peleador de Las Vegas Donk Rafael Ramírez, de 13 años, otro título en el campeonato nacional de boxeo que tuvo por sede a Louisiana.

En esta oportunidad Ramírez compitió en la división de 106 libras y por lo veleidoso del sorteo le tocó medirse a tres rivales de más edad, con etiqueta de favoritos, ante cada uno de ellos salió airoso y por si fuera poco se apuntó dos conteos de protección. Fueron tres combates de tres asaltos cada uno.

El talentoso boxeador ha ocupado en varias oportunidades el primer lugar del ranking nacional en varias divisiones.

“Considero que es un peleador técnico, dice su padre, quien lo entrena desde los siete años, además, pega muy fuerte para su peso, y se muestra siempre seguro, enfocado en lo que quiere conseguir sobre el ring”, destaca Rafael Ramírez, quien también inició en el boxeo a Yarisel, la muchacha que asistió a los Juegos Olímpicos en Tokio como integrante de la selección de Estados Unidos, y antes fue medallista en los Juegos Panamericanos de Lima.

“A la técnica de Rafelito, añade, su pegada, hay que agregar la entrega en las sesiones de entrenamiento, creo que los títulos que ha conquistado tienen su base precisamente en el talento y el considerable número de horas que pasa e el gimnasio”, argumenta el padre, oriundo de Guantánamo, Cuba, quien estuvo en la esquina del flamante campeón en los tres pleitos.

“Lo conozco bien, sé de lo que es capaz en el ring, lo que hemos hecho en los entrenamientos, y ese es un aspecto fundamental, estamos muy compenetrados”, comenta Rafael.

El nuevo campeón nacional de las 106 libras, pese a sus 13 años, es conocido por muchos púgiles y entrenadores, “ha escalado posiciones por los resultados, los títulos y su pegada, realiza sparring con boxeadores mayores que él, de más peso, él es difícil para todos”, asegura el entrenador.

Habla de la madurez del monarca, “es responsable, serio en los entrenamientos, disciplinado, sabe lo que quiere, trabaja de manera intensa para hacer realidad sus objetivos, y no le faltan las palabras de aliento, a su mama le gusta que él sea boxeador, su hermana también lo anima, y no exagero si te digo que el boxeo es la pasión de Rafaelito... a mi mismo me impresiona la seriedad, la responsabilidad de que hace gala pese a su corta edad, y más que todo la seguridad en el triunfo, sin importar el nombre del contrario, la edad, la experiencia, él va por el triunfo”, remarca.

 

Son sólo 13 años, pero se impone una pregunta sobre la posibilidad de pasar en el futuro al profesionalismo, “es algo que debemos valorar, sentarnos a analizar, no falta mucho para que empiece a recibir ofertas”, sentencia el padre.

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