Kaipo Gallegos, el otro orgullo de LV... 18 veces campeón nacional

Por Roberto PELÁEZ

Lo tengo ante mí y no tengo más que admirar su entrega en el entrenamiento, es precisamente la dedicación, el marcado interés su fórmula para sumar 18 fajas de campeón a instancia nacional (rango amateur) con balance de 125 victorias y nueve derrotas.

Kaipo Gallegos, de la mano de su padre (Jayson), comienza a boxear a los cinco años “mi primera pelea -resalta- fue a los ocho años, desde entonces he sumado 138 combates, los últimos cuatro en el profesional donde tengo tres éxitos y un empate”, comenta todo sudoroso tras golpear sin misericordia a una bolsa negra, atada al techo del gimnasio, que afortunadamente no puede quejarse.

El flamante titular del orbe (categoría juvenil de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), tiene los pies sobre la tierra y sabe perfectamente cuál es su aspiración “quiero ser campeón mundial de mayores, sé que eso exige mucho sacrificio, entrega, exigencias, pero las peleas se ganan en el entrenamiento y me preparo al 110 por ciento”, resalta.

Después de un ligero ‘calentamiento’ el discípulo de Jayson Gallegos -indistintamente- corre de cuatro a cinco millas en el horario de la mañana o de la tarde.

Aún se comenta el impresionante gancho de izquierda que hace pocos días le permitie imponerse al espigado Diosmedez Ramírez en pleito de las 130 libras, pactado a seis asaltos. 

Antes ‘despacha’ al dominicano Jairo Burgos, también por TKO en cuatro capítulos. El destacado peleador de Las Vegas se mantiene invicto en el profesionalismo.

Hace un alto en el entrenamiento, escucha las indicaciones de su preparador, aprovecha para platicar de su admiración por el reconocido desempeño de boxedores como el estadounidense Terence Crawford y el mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez.

Con sólo 17 años, peleando desde los cinco, indiscutiblemente la vida del talentoso deportista está ligada al boxeo.

“Es difícil entregarse, están las horas en el gimnasio, las exigencias del entrenamiento, la disciplina, el sacrificio, advierte, sin embargo cuando a uno le gusta algo, tiene hambre de victoria, quiere llegar al estrellato, ser un día campeón del mundo, sólo queda mirar al frente y entrenar con más fuerza”, resalta el joven Gallegos.

No todos los días se tiene la posibilidad de entrevistar a un boxeador de tanto talento, con una madurez significativa pese a su corta edad, a eso por supuesto, contribuyeron en su momento la considerable cifra de pleitos (amateur), aquellos primeros 134 combates resultan una escuela, la misma que previos ajustes para dar el salto, rinde los frutos apetecidos por el binomio Gallegos.

Guiarlo, estar al frente de su preparación, supervisar la alimentación, el horario de descanso, encargarse de pulir su técnica, la defensa, la capacidad para detectar ‘con qué viene el contrario’, cuidar la preparación física para que no se canse al final de los combates, es algo que dice mucho del trabajo del entrenador, del esmerado celo con que lleva la carrera de su pupilo.

“Juntos, apunta Jayson, planeamos todo lo relacionado con la preparación, analizamos a los posibles contrarios, sin dejar de mirar al futuro, de soñar que un día va a levantar la faja de campeón, mientras tanto amamos el boxeo”.

 

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