Manejador... un estratega con todas las de la ley

Por Roberto PELÁEZ

Dirigir a un grupo de personas, con diferentes caracteres, es siempre difícil, y el beisbol no es ni remotamente la excepción, además hay que guiar la novena al triunfo, a la vez que se da juego a los jóvenes para que se desarrollen, todo eso sin quitar ni por un momento al vista del podio. 

Si tiene dudas pregúntele a José Luis Mendoza, a Oscar Mendoza que por años han sido los timoneles de Las Vegas Baseball League (LVBL), una organización en la que muchos directores de equipos, managers, manejadores, estrategas, han mostrado sus habilidades y conocimientos.

“Por muchas semanas los aficionados extrañan los partidos de Guasave, Dodgers, Durango, Cuba, Leones, Titanes, Zacatecas, Sonora, Nuevas Ideas, Texas, Misil Cubano, ya entramos en acción, pero sin dudas el desempeño de los timoneles no pasa inadvertido”, comenta Oscar Mendoza.

Y es que figuras como Lázaro Almuiña, Javier Ramírez, Rigo Pérez, Amador Anaya, Abel Palomares, sentaron un precedente favorable a la práctica del beisbol, más que todo por su habilidad para conformar las alineaciones ofensivas, la rotación del pitcheo, dar señas para ‘robo de bases’, toque de bola, todo lo que hace hermosa a una modalidad deportiva con millones de seguidores.

“Sabemos que los diferentes horarios de trabajo dificultan en ocasiones, muchas veces, el quehacer de los manejadores, las alineaciones, después esto del Covid 19, pero no podemos demeritar el desempeño de los directores, al contrario”, sostiene Oscar.

“Cuando tienes un equipo establecido, con jugadores experimentados, continúa, el trabajo de los manejadores pudiera ser más llevadero, sin embargo hay muchos planteles con jugadores jóvenes.

“Ducks es un excelente ejemplo, y Marmoleros, Camaroneros, el combativo cuadro Guasave, Tampa, Boston, Yaquis, Cora... en cada llave hay equipos que no se dan por vencidos, discuten siempre los primeros lugares, y en eso incide el quehacer de los directores, la experiencia, lo que sean capaces de transmitir a sus beisbolistas”, resalta.

Fundada allá por el 2007, LVBL llegó a reunir a medio centenar de equipos en diferentes divisiones, con la posibilidad de ascender a la inmediata superior. 

“Ese sistema de ascenso, sostiene Oscar, nos aporta buenos dividendos, la gente se motiva, el que está en la Mayor quiere permanecer ahí, mientras los de abajo quieren verse en una división o llave de más nivel, y no podemos decir combativa o reñida, porque cada grupo tiene cuadros con posibilidades, hay que ver como se entregan en el terreno... una victoria, el promedio de carreras, decide una clasificación a semifinal y final, en cada resultado se ve la mano del director, él sabe a quién debe traer de emergente, o el pitcher ganador, el relevista”, concluye.

 

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