Por Roberto PELÁEZ
Ismael Lagunas mira atrás y comenta: “como pasa el tiempo... hace cuatro años llegan varios niños deseosos de jugar futbol, se imagina, los pequeños vienen en cero, me toca enseñarlos a patear, controlar el balón, pasar, a hacer fintas; es un trabajo de tiempo, destaca, sin embargo reconozco que aprenden rápido, bueno, no me corresponde a mi decirlo, ahí están las medallas y trofeos, los títulos, resalta, estamos platicando del equipo Inter United de la categoría bajo 11.
“Yohan Díaz, Elvin Castro, Sergio Salazar, Ángel Brito, mi hijo, Rodrigo Hernández, y Gilberto García, junto a otros que en este momento no recuerdo su nombre, continúa, se acercan, comienzo a pulir el talento de esos menores, y ellos a demostrarme que aprenden por día, entonces me decido a inscribirlos en Las Vegas Valley Soccer League... lo demás es pura historia, precisa Lagunas, muchas veces hasta los padres son los primeros sorprendidos, y claro, con los triunfos vienen los hermanitos, los primos, los amiguitos, las medallas, entrevistas, es así”, sostiene el técnico y mueve la cabeza de un lado a otro, sonriente.
“Mire, prosigue, después que aprenden a tener el balón siempre pegado al botín, a conducirlo sin mirarlo, a desmarcarse, entonces por sus cualidades les voy buscando una posición, por ejemplo, ahorita tengo a Rodrigo y a Dylan en el mediocampo, como armadores, por su visión de juego, ellos saben a quien tienen que hacer llegar el balón.
De Gilberto, a quien todos dicen ‘Tomatito’, pues aprovecho su velocidad, es desequilibrante, le pega bien con las dos piernas, es muy efectivo en sus tiros a puerta, entonces lo coloco como medio izquierdo, aunque puede jugar también como derecho, domina muy bien el balón, y sobresale por su rapidez, tiene habilidad para quitarme al rival de encima, desborda”.
Lagunas no concibe su vida sin el futbol “creo que es un deporte hermoso, subraya, pero a mi lo que más me atrae es el trabajo con los niños, formar equipos por tres, cuatro, cinco años, y después ya usted sabe, pasan a otro entrenador... por eso ya vengo con otro grupo de niños, son pequeñitos, también con mucho talento, y por otro lado está la relación con los padres, que es muy importante”, destaca.
“Claro, tengo que decirlo, también gano en experiencia, parece que no, pero uno aprende de los niños, y estoy muy entusiasmado, escucho comentarios buenos sobre los pequeños, sin embargo lo reconozco, aquellos menores son como mis hijos... “.
Da unos pasos para contestar una llamada telefónica, luego regresa y externa: “nos estamos preparando para tomar parte en un torneo que nos gusta mucho, ‘Mayor’s Cup’, nos gustaría ganarlo, pero de antemano le digo que es bien difícil, hace falta calidad y un poquito de suerte”.
