Por Roberto PELÁEZ
El equipo de la Universidad de Nevada Las Vegas abre las bandas, el jugador marcado con el número 8 se hace del balón, busca a quien pasar, burla a un rival y avanza por el lateral izquierdo, centra, se moviliza la defensa, el marcaje es cerrado, viene un centro... el atacante Rivas penetra y en el aire golpea el balón con el empeine interior. El portero no puede. Joaquín Rivas nace en El Salvador y a los cuatro años llega a Las Vegas, donde casi de inmediato comienza a golpear a la ‘blanquinegra’ de un lado a otro. Poco a poco adquiere habilidades, patea, recepciona, aprende a dominar el balón; el futbol me apasiona, dice el espigado jugador.
En cada salida a las canchas muestra su talento, entrena a más no poder, quiere ser un futbolista de primer novel y eso exige entrega, dedicación sin límite. Muestra un olfato singular para el gol, siempre está bien ubicado y los técnicos de inmediato lo colocan en la delantera. Escoge la playera con el número 11. Es mi preferido, dice.
Toma parte en las ligas juveniles del valle, y con su equipo de la high school gana dos veces el campeonato estatal de manera consecutiva... deja a los escépticos boquiabiertos. Por si fuera poco, el desempeño de Rivas le permite hacerse acreedor del Premio Gatorade en el 2009, cuando no ha cumplido 17 años, por ser considerado el mejor jugador. Sólo hay que verlo durante el calentamiento para percatarse de que está delante de un futbolista de los pies a la cabeza, dedicado, muy ecuánime, con visión y un correcto concepto del juego, señala a El Mundo Adrián La Calle, asiduo aficionado del acontecer futbolístico en las canchas de Decatur y Vegas Drive, además del parque localizado en Eastern y Saint Louis.
He visto a muchos futbolistas de Las Vegas, de diferentes categorías, apunta Alberto Hernández, sin embargo Rivas se distingue por su juego elegante, la conducción del balón, lo que aporta al equipo que representa… es de esos futbolistas que uno siempre quiere tener en su selección.
Una beca para la UNLV
El accionar de Joaquín Rivas en las divisiones juveniles y en los torneos correspondientes a la high school, le permiten al futbolista obtener una beca en la UNLV para estudiar Sociología y Salud Pública, además de jugar futbol. Allí, dice, encuentro una familia, me siento a gusto… visto el número 19 y marco varios goles.
En busca de un nivel superior en el deporte que lo apasiona, en el 2013 Rivas juega en la Premier Development League (PDL), en Vermont, y un año más tarde participa con Washington y el equipo se ubica segundo a nivel nacional. Es sin dudas un excelente resultado, explica, jugamos a gran altura, con mucha entrega, motivados, de ahí en gran medida la ubicación definitiva en la tabla de posiciones.
En el 2015 Joaquín Rivas, ahora con el número 25, juega profesional en la United Soccer League (USL) con el representativo de Sacramento Republic FC, seleccionado al que regresará en el 2016.
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