La misma semana en que Rita Moreno cumple 90 años, “West Side Story”, su gran película, vuelve a los cines con una versión a cargo de Steven Spielberg, en la que la actriz forma parte del reparto.
“Es un delirio, un sueño. Imagínate, sesenta años después y además también soy productora ejecutiva”, cuenta Moreno.
La puertorriqueña, que en 1962 se convirtió en la primera latina en ganar un Óscar gracias a su papel como la resilente Anita, regresa a “West Side Story” con un personaje que Spielberg creó para ella.
“Yo no conocía a Steven -recordó Moreno-. Cuando me llamó le dije de manera muy gentil ‘no voy a decirte cómo tienes que filmar tus películas, pero yo no hago cameos’, y él me respondió ‘no, no, es un personaje para tí’”.
Moreno (Humacao, Puerto Rico, 1931) da vida a Valentina, una puertorriqueña asentada desde hace años en Nueva York que estuvo casada con Doc, el propietario de la tienda en la que se reunía la banda de los Jets en la película de 1961.
Entonces, fue la única actriz latina destacada del reparto, pero ahora la película por fin cuenta con intérpretes hispanos haciendo de hispanos. Y, además, hablando mucho español.
Hollywood, siempre dispuesto a hacer quinielas, ya fantasea con una nominación a los Óscar con la que la actriz haría historia otra vez y por varios motivos: Sería la nominada de más edad de los premios, la primera latina con dos nominaciones y, en el caso de que ganara, la primera actriz que gana dos estatuillas por la misma película.
El 2021 fue un año repleto de elogios para la puertorriqueña.
En enero, el Festival de Sundance estrenó “Rita Moreno: Just a Girl Who Decided to Go for It”, un documental sobre las luces y sombras de su vida.
La cinta explora sus éxitos pero también los rincones más sombríos y turbios, como el acoso sexual que vivió de joven en la industria cinematográfica, cuando su agente en Hollywood la violó.
“Una vez me decidí a hacerlo, lo siguiente fue prometerme a mí misma que sería lo más honrada que pudiera. Algunas veces fue difícil ser tan franca pero pensé: ‘Sean las preguntas que sean, tengo que responderlas como mejor pueda’. Y eso significaba que tenía que ser sincera”, detalló.
La actriz se ha atrevido a ahondar sus memorias y revivir momentos del pasado, como sus relaciones complicadas con Marlon Brando y Elvis Presley o las etapas de su carrera en las que tuvo que luchar contra los prejuicios racistas.
De hecho, su negativa a encarnar esos personajes en el cine la llevó a desarrollar parte de su carrera en el teatro, la televisión y la música, con lo que se convirtió en una de las 16 personas del mundo con un “EGOT” (ganadora de un Emmy, un Grammy, un Óscar y un Tony).
Este verano sumó otro reconocimiento más: San Juan, capital de Puerto Rico, le entregó la llave de la ciudad y nombró hija adoptiva.
Antes, el Festival de Cine de Miami le dedicó un título honorífico y esta semana recibirá el premio “icono del cine latino” de la asociación Critics Choice.
Entre sus créditos figuran clásicos de la talla de “Singin’ in the Rain” (1952) y “The King and I” (1956), películas de culto como “Slums of Beverly Hills” (1998) y series modernas como “One Day at a Time” (2017-2020). Los Ángeles (EFE)
