De Loma Larga... Impresionan niños salvadoreños en Carnaval de LV

Por Roberto PELÁEZ

Juan A. Flores no puede ocultar el orgullo, la emoción que le embarga... quién lo iba a decir, viajar desde Loma Larga, un lugarcito perdido de La Unión, en El Salvador, para tocar en Las Vegas junto a siete de sus alumnos pertenecientes a la Banda Musical Juvenil de aquel lugar. Soñar no cuesta nada, abunda, pero nunca lo soñé.

Quien sí lo soñó hace mucho fue Omar Contreras, salvadoreño asentado en Bostón, amante de las bandas de música, quien ayuda a los músicos de Loma Larga, de hecho, se pudo conocer en la plática, es quien envía los instrumentos hasta aquel lugar perdido de la geografía salvadoreña.

Cada niño, de los 55 que integran la banda, resalta Flores (maestro de música), tiene la posibilidad de llevarse a casa el instrumento que toca, practicar, pero debe cuidarlo pues puede ser útil a quienes vienen detrás.

Queríamos que viniera la banda completa, agrega, pero sólo visaron a siete niños y a mi, hicimos ahorros para costearnos el pasaje de ida y vuelta... ha sido una aventura, emocionante de principio a  fin, con mucha alegría, momentos para recordar siempre, y lágrimas, porque las despedidas no son fáciles, hemos hecho amigos, formado familias con personas que casi acabamos de conocer, externa.

Los niños, enfatiza Flores, provienen de familias de escasos recursos, no habían visto nunca un McDonalds, no se habían comido una hamburguesa, y tienen mucho que contar, las vivencias dan para escribir un libro.

El primer lugar entre bandas, conquistado en el Carnaval Internacional, lo dedicamos a los músicos que no pudieron hacer el viaje, a Contreras, al cónsul Tirso Sermeño, a Rhina Dhemings y su familia, a Sandra Granados, a Amigos Salvadoreños de Las Vegas, a la banda Azul y Blanco que llegó de Los Ángeles para unirse a nosotros, a quienes nos atendieron, nos recibieron en sus casas como familias... estamos agradecidos, comenta Flores.

Recibimos reconocimientos de la senadora de Estados Unidos Jacky Rosen y de la congresista Dina Titus, esos gestos nunca los vamos a olvidar, subraya.

Contreras señala: sabía que nos iban a representar bien, que se iban a crecer ante el hecho de que muchos compañeritos no pudieron venir, confié en ellos y no nos hicieron quedar mal, brillaron por su disciplina, por su entrega.

El cónsul Sermeño resume la visita y actuación de los niños con pocas palabras: estoy muy orgulloso de cada uno de ellos, de lo que hicieron, de su comportamiento.

Dhemings, de Amigos Salvadoreños de Las Vegas, acogió en su casa a cuatro varones, y opina: desde que llegaron fueron como una familia, le dimos cariño, los sacamos a pasear, a comer, nos propusimos que se sintieran como en sus respectivas casas. Se imagina, salir de Loma Larga a Las Vegas, todo les llamaba la atención, todo era muy grande (las casas, las calles, los hoteles) que no se iba la corriente, y las hamburguesas, exquisitas, les encantaron.

 

Los reconocimientos, el primer lugar en el Carnaval, fueron, dice Dhemings, de gran alegría para nosotros, otro motivo para el orgullo; en el aeropuerto nos abrazamos, lloramos...  ojalá vengan al carnaval del 2020.

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