Por Roberto PELÁEZ
La carrera del maestro Mariano González -un arpista de relieve mundial-, está muy lejos de ser una prueba de velocidad, es más bien una especie de maratón, eso sí, el artista va de éxito en éxito, como justo reconocimiento a su virtuosismo y dedicación.
Es precisamente por la entrega, su elevado nivel, que acaba de ser invitado a la VII edición del Encuentro Internacional de Arpistas, correspondiente a este año.
“El evento será del 9 al 12 de septiembre en Bogotá, Colombia, o sea, a pesar de las dificultades de estos tiempos, podemos revisar el repertorio, apunta González, y según los organizadores dispondrán de una amplia nómina de participantes de diferentes países.
“El listado de arpistas invitados, continúa, incluye a artistas de Estados Unidos, Venezuela, Cuba, México, Paraguay, Japón, Puerto Rico, Gales, además de maestros colombianos, y se trata, expresa, de un encuentro exigente, con tradición, que reúne a muchas figuras de relieve, donde año tras año la gente se deleita con el sonido mágico del arpa”, externa el paraguayo, quien reside hace muchos años en Las Vegas.
Los organizadores prevén cuatro grandes conciertos, un conversatorio y dos talleres dedicados al arpa, además, pretenden que la gente pueda disfrutar de los conciertos a través de las redes. Llama la atención la cantidad considerable de mujeres arpistas invitadas.
“Ya estuve en una edición anterior, soy de los artistas, comenta, que gusta del intercambio, es importante tener la posibilidad de escuchar, aprender de otros, y claro, también mostrar lo que uno sabe hacer”, sostiene.
El 2019 fue excelente para Mariano González, dejó huellas de su virtuosismo y maestría en diferentes naciones de Asia (Japón, China, India y Hong Kong), además de presentarse en escenarios de Europa y Sudamérica.
“En el evento a efectuarse en Colombia tendré también la posibilidad de ver los avances que experimentan alumnos míos como Sergio y Tatiana Aguirre, quienes ya estuvieron en Las Vegas, incluso acudieron a las oficinas del semanario El Mundo, va a ser muy bonito”, augura.
Estudioso del arpa desde los cinco años, de la mano de su abuelo y su padre, el entrevistado no concibe su vida sin este hermoso instrumento, y entre sus presentaciones antológicas recuerda siempre la oportunidad que tuvo de tocar en la Biblioteca del Congreso, en Washington DC, “es inolvidable, asevera, eso lo guardo como un recuerdo”.
Seguidores del arte de González, aseguran sin miramientos, que el artista es incuestionablemente un orgullo de Paraguay y, por qué no, también de Las Vegas.
