El gobierno de México entregó en el Palacio de Bellas Artes, los Premios Nacionales de Artes y Literatura, a los que se hicieron acreedores Beatriz Espejo, en Lingüística y Literatura; Claudio Valdés Kuri, en Bellas Artes; José Valenzuela, en Historia, Ciencias Sociales y Filosofía, y Guillermo Velázquez, en Artes y Tradiciones Populares.
El premio es el reconocimiento que otorga el gobierno de México con el objetivo de impulsar y difundir el trabajo de quienes mediante sus creaciones, producciones o trabajos docentes de investigación o de divulgación contribuyen a enriquecer el patrimonio cultural del país.
En representación del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la titulares de las Secretarías de Gobernación (Interior), Luisa M. Alcalde, y de Cultura federal, Alejandra Frausto, entregaron los galardones.
“Para nuestros cuatro galardonados, va una petición y una felicitación. La petición es que no dejen nunca de asombrarnos con su obra. Desde la palabra, la expresión, la ciencia o el canto, nos demuestran lo que se ha buscado por el presidente López Obrador, a quien hoy tengo el honor de representar: Darle voz a aquellas y aquellos que no la tenían”, expresó Alcalde.
“Son cuatro creadores con ideales, principios, pasión y tesón extraordinarios. Han roto barreras y superado obstáculos durante toda su trayectoria, este premio es el reconocimiento a una carrera que ahora los convierte en Creadores Eméritos del Sistema de Apoyos a la Creación”, dijo Frausto.
“Ustedes son muestra del crisol de nuestra diversidad y con su obra la celebran día con día desde los escenarios libres y las aulas. El mejor homenaje es escuchar a Guillermo Velázquez, leer a José Valenzuela y a Beatriz Espejo, disfrutar las obras de Claudio Valdez Kuri”, añadió Frausto.
Espejo, premiada en Lingüística y Literatura, consideró que un país como México “tiene derecho a la salud y a la cultura” y en cuestiones de cultura está “a la cabeza otros países”.
Valdés Kuri, expuso que “el teatro es una herramienta poderosa, única y sagrada, donde el espectador puede, a través del otro, contemplar su propio ser”.
Valenzuela Arce, reflexionó que “la situación de los jóvenes ha adquirido retos más que preocupantes, especialmente en América Latina, donde se limitaron los canales de movilidad social y las posibilidades de construir proyectos viables de vida”.
Velázquez Benavidez, decidió honrar la tradición al recibir el Premio, y expresó: “Quiero posarme en la rama/ de mis palabras mejores/ para darle los honores/ al arte que se derrama/ sin lentejuelas de fama/ ni deslumbrante ropaje/ sino como humilde aguaje accesible y colectivo/ en ese ánimo recibo/ el Premio y el homenaje (...) México (EFE)
